Este insecto que parece una mezcla entre libélula y mariposa no es ni una cosa, ni la otra. Realmente se trata de un neuroptero (familia de la hormiga león), en concreto la especie de estas fotografías es Libelloides baeticus.
En España hay 6 especies de Libelloides. La Libelloides baeticus se distingue de otras por poseer un amarillo más pálido llegando a blanco en las alas posteriores, mucho más visible en el reverso de las mismas. Tengo la suerte de saber donde crían y puedo disfrutar de ellas todas las primaveras.
Suele tener una longitud corporal de unos 2,5 cm, y alcanza una envergadura alar de más de 5 cm. El cuerpo está recubierto de una pilosidad negra y blanca. La cabeza luce dos grandes antenas claviformes (terminadas en forma de bola).
Las características más representativas son el par de alas membranosas y fuertemente nervadas, con colores en tonos amarillos, negros y blancos. Tiene unos enormes ojos negros.
Para fotografiarlo es bastante desconfiado y no te dejará acercarte a menos de unos tres metros por lo que es bueno buscarlo a primera hora de la mañana que está mas receptivo.
Es de actividad diurna y le gusta el calor. Se suele encontrar encaramado en gramíneas a la espera de que pase otro insecto que cazara con un vuelo corto pero potente para comerselo.
Las hembras depositan los huevos en los tallos de hierba. Las larvas viven en el suelo con patas cortas y dos grandes pinzas en la cabeza, son depredadoras. Pasan en ese estado dos inviernos.
En la fase adulta (que es la que se ve en la fotografías) vive solo unas pocas semanas.