“En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos sus libertades, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados.” José Martí.
En este tiempo, ni una sola respuesta de la dictadura frente a las solicitudes de Revisión de su amañado juicio tras las denuncias falsas de una mujer resentida manipulada por la Seguridad del Estado.
En este tiempo, su hijo creció lo suficiente como para tomar distancia de su madre, la denunciante, y contar que fue manipulado para mentir y declarar contra su papá con el fin de perjudicarlo.
En este tiempo, Ángel ha seguido denunciando las brutalidades de la dictadura dinástica más mimada en el mundo donde reina la hipocresía.
Pero, en este mismo tiempo, gracias a la misma dictadura que lo mantiene encerrado, ha podido denunciar los horrores desde el corazón mismo del infierno, el sistema penitenciario castrista.
Tras las sencillas palabras de su hijo -que desmontaron la burda trama de la Seguridad del Estado elucubrada contra él- no han hecho más que acrecentar su aislamiento en castigo por ellas, y por eso, seguimos sin saber su propia versión de los acontecimientos que lo tuvieron en paradero desconocido durante una semana.
El silencio al que lo condenan, la justicia ciega, sorda y muda, los traslados ilegales y su solo encarcelamiento, son la prueba más tangible de que sus denuncias son ciertas, de que Cuba vive sometida a una despiadada dictadura, donde no existe la independencia de poderes, y que asumir el derecho universal de expresarse libremente se paga muy caro.
Encarcelándolo y silenciándolo, el régimen dice por Ángel mucho más que él mismo; no hace sino corroborar con los hechos lo que niega en los discursos, eso sí, decorados siempre con supuestas reformas y fingidas aperturas que no son más que otras de las tantas farsas a las que nos tienen acostumbrados.
Ángel continúa preso pero más libre que nunca. La verdad no la podrán silenciar jamás. La celda de Jaimanitas en la que hay apostado un oficial en la puerta 24 horas al día, es la más patente y patética prueba de que Cuba está sumida en el terror.
“Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército.” José Martí.
La Editora
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