Basilio Martín Patino. Fotos de Doc Pastor
Basilio Martín Patino tiene ya 82 años, décadas de sabiduría y experiencia que han logrado que su documental “Libre te quiero” sobre el movimiento 15M llegue directo a la cabeza a la vez que al corazón.
¿Qué le llevo a grabar un documental sobre el 15M?
¿Porqué? Si no se rueda ¿qué se rueda? Forma parte de muchos, de la vida, era una oportunidad de hablar.
¿Qué sintió usted al ver que miles de personas salían a manifestarse?
Yo confío mucho en Madrid. Vivo cerca de la Puerta del Sol y aquello es un espectáculo continuo, yo sabía que en este caso sería así. Puede sonar a tópico pero es verdad.
¿Y la gente colaboró sin problema?
Cuando estás con la cámara y vas por las buenas te atienden siempre. Nunca, nunca me han respondido mal y lo hicimos con absoluta tranquilidad. Recuerdo que alguien me comentó que lleváramos a una persona para quitar cosas del medio pero no quería eso, si sale pues que salga. Yo lo hice todo desde el respeto.
Ha habido mucha polémica sobre el tratamiento que ha recibido el 15M en los medios, ¿qué piensa usted?
Pues que la libertad es la libertad. Cada uno lo interpreta como mejor opina y a nadie le pertenece.
Viendo la cantidad de aplausos que ha recibido sí que ha logrado mostrar lo que para mucho ha sido este movimiento.
Sí, es que todo lo que había allí, todo lo que he filmado era un acto de amor a Madrid. Yo soy madrileño, vivo allí aunque nací en Salamanca. Conoces la ciudad y su gente entonces estás en tu agua. Es cariño, he hecho muchos trabajos en Madrid. Para mí la Puerta del Sol es la puerta de Madrid, de España y de Madrid.
Además usted no ha opinado en todo el documental, solo ha mostrado lo que había.
Somos intermediarios entre la cámara y el público, yo siempre me he considerado así. No podemos ir de cara al espectador interpretando, debemos tenerles respeto.
¿El documental es una herramienta para que la gente vea otras cosas?
Es que lo es. El documental es una forma de trabajo, hay otras, creo que tiene sus reglas, su forma de respeto al público. Si se hace con cariño hacia lo que estás rodando pues llegas a todos.
¿Qué le queda al 15M?
Creo que ha llegado a su culmen. No era una lucha, si realmente estaban enfrentados con el gobierno, con el poder entonces han perdido, no hay nada que hacer. Es el pueblo contra… ¿contra quién?
Esta ideología no le viene de familia, usted salió más bien para el otro lado.
Yo salí rana pero lo tomaron con mucho respeto y además a estas alturas… Sí tenía unos padres más conservadores pero siempre me comprendieron y lo asumieron. Además tampoco fue nunca para tanto.
Hablando antes con su jefa de prensa ha comentado que se distribuirá el documental en varias ciudades.
No sé bien, no me ocupo de ello, ya me lo contarán. Pero la experiencia está siendo buena. A la gente le gusta y no lo rechazan. Tendrá el recorrido que tiene que tener, en el fondo es una cosa comercial y tiene que ser así. No hay ninguna mala idea ni nada, se ha hecho con respeto y con confianza.
Sí me gustaría que hablara de sus recuerdos sobre las Conversaciones de Salamanca.
Bueno, Salamanca es una ciudad particular, de buena gente. Monté un cine club y fue muy bien, una cosa novedosa allí, la gente veía las películas, se comentaban, hice otras cosas como unas revistas. Para las Conversaciones hicimos una convocatoria y un manifiesto, salieron muy bien y vino gente de todo España. Esto te confirma que el país no está tan dividido.
No encontramos nada en contra aunque tampoco pedimos permiso que es lo que teníamos que hacer, pero no pasó nada. Había de izquierdas, de derechas, todos estuvieron contentos. Fue un encuentro muy sincero.
¿Ha cambiado mucho el cine desde aquella época?
El cine como el país tiene sus grupos e ideologías. Siempre hay una preponderancia de la derecha, normalmente, pero dentro de esto ha habido una izquierda poderosa que se ha hecho respetar. Cuando yo planteé lo de las Conversaciones pudieron prohibirnos, habernos sacado y nada de eso, desde el principio hubo comprensión. Hubo sus más y sus menos, éramos algo impertinentes, pero sin censurar a nadie. El comportamiento de todos fue ejemplar.
Ahora mismo muchas personas temen que sea el fin de la cultura con lo que está pasando, ¿será así?
No, la cultura sobrevivirá de todas todas y no hay Dios que la pare. Y estos movimientos de renovación pues más todavía. Cuando hicimos aquello en Salamanca nos acogieron con respeto, invitamos de todos los colores. Es tener mucha sinceridad y un entendimiento ejemplar.
¿Realmente los festivales como Seminci llegan hasta el público general?
Depende de la eficacia con que se haga y las formas de tratar al espectador. Cuando éramos más jóvenes nosotros teníamos una hostilidad latente, no éramos unos angelitos pero nos respetaron siempre. Nos respetaron siempre y colaboraron, hubo un clima maravilloso.
¿Y ahora sigue existiendo ese respeto?
Creo que sí. En ciertos aspectos se impone, solo hay que ser razonable. No sé, nosotros fuimos atrevidos, aunque no más que otros, y teníamos siempre confianza.
A veces desconfiamos por naturaleza y el ser humano tiene un fondo maravilloso. Hay que confiar, pensar que quizá el otro tiene razón. Que haya un sincero diálogo, no ser impertinente. Así se supera todo.
En la propia gala de inauguración usted recibió una gran sincera muestra de amor cuando todo el teatro le dedicó un aplauso.
Sí, fue un momento muy bonito. Es emocionante y esto es lo que te ayuda a seguir. Sabes que puedes confiar, es un toma y daca. Me he sentido muy bien.
Aunque me hubiera encantando seguir los años pesan y este maestro de carácter amable y lleno de gratitud tenía que tener su rato de tranquilidad rodeado de sus amigos, algo que tenía más que merecido y ganado.
Solo una recomendación, si tenéis oportunidad de ver “Libre te quiero” no la dejéis pasar.
Doc Pastor
Escribo de cine, cómic y lo que haga falta (ahora un libro divulgativo). Fundador-Director Editorial de Ruta 42, coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki.
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