La libertad irrumpe en el mundo y arremete contra la esclavitud socialista

Publicado el 23 enero 2024 por Franky
Lo que acaba de gritar el argentino Milei en el Foro de Davos, que el socialismo crea esclavos y que el Estado es el gran problema del mundo, lo venimos diciendo en el blog Voto en Blanco desde hace casi veinte años. El gran mérito de Milei es que lo ha gritado con voz de trueno, convincente y oportuno, en el momento en que los pueblos están hartos de soportar a corruptos y ladrones de izquierda en el poder, que nunca resuelven nada, salvo sus propios patrimonios. Es la tesis que defiende con valentía y acierto Vanlop en su comentario, que elevamos a articulo de portada por su acierto y potencia dialéctica. --- Es muy agradable contemplar como lo que venimos sosteniendo en el blog desde hace tantos años se refleja ahora en las «alturas» y la gente lo descubre. El discurso de Milei, con los matices que se quieran, no es más que lo que venimos diciendo siempre y que dice mucha gente, pero que nadie se había atrevido a decirlo al mundo. Además de haber ganado las elecciones en un gran país y situarse en el sitio adecuado para cambiar la historia de Argentina, el mérito de Milei es que lo ha clamado a los cuatro vientos y mucha gente se ha dado cuenta que el rey está desnudo.

Y no es fácil clamar esto en un aquelarre que sirve para cantar las bondades del socialismo, un contubernio para ir sometiendo a la población mundial a sus caprichos. Creo que ese es el gran mérito del discurso, aparte, claro, de decir lo que muchos estábamos esperando que dijera alguien y que otros se han enterado por primera vez y ha comprendido que lo que la casta nos vende no es el camino. También ha puesto de relieve que esa reunión de «fantasmas» no es más que un festival de autobombo y de lavado de cerebro.

El ideal es China, un régimen tiránico que tiene al pueblo sometido a los caprichos de la clase dirigente y donde esa casta vive muy bien y se enriquece sin límite. Es natural que los empresarios compren eso que les garantiza grandes beneficios sin riesgos. Es que hasta los empresarios han caído en el marxismo cultural. Sin duda es lo mejor para ellos: nadar en la riqueza y el poder sin el menor riesgo.

Porque, al fin y al cabo, el marxismo cultural, como cualquier marxismo, es un sistema de ricos. Hay una casta en la cima que lo tiene todo y luego sucesivas castas, cada vez más inferiores, que medran en el sistema, estando al final la casta de los parias que malviven de las ayudas.

No sé si han leído la novela Un mundo feliz. En ella se plantea un mundo de felicidad absoluta, con una serie de castas muy definidas y que cuanto más altas, más privilegios, pero los inferiores se sienten felices de serlo. Al final, resulta que ese mundo no es tan feliz.

Y eso es lo que pretenden. Cuando lo tienes todo, ¿que te queda por conseguir? El domino absoluto de los demás. Y a eso es a lo que aspira la casta. Y les sale razonablemente bien. Recuerden como nos sometieron a base de leyes inconstitucionales durante la plandemia, como lo intentan con el cambio climático, que el lanar se ha tragado con anzuelo y todo y lo último es la supresión de la carne en 2025. Todo esto lo ha revuelto el discurso de Milei.

La lucha es larga y el fin no lo veremos muchos, pero creo que estamos al principio del fin dela casta o si quieren, al principio del principio de un mundo nuevo.

Si miramos una gráfica de víctimas de violencia de género observamos que en los últimos 20 años no han bajado de cincuenta, con más de 70 algunos años.

Si tomamos un indicador más amplio del concepto de abuso como es el número de órdenes de protección tomadas tras resolución judicial (medidas cautelares para proteger a la víctima en riesgo), la conclusión es la misma. En los últimos 15 años no se ha producido ninguna disminución clara, sino un comportamiento cíclico.

Pero estos progres son inasequibles al desaliento, siguen con las mismas políticas a pesar de no servir para nada. Y entonces uno piensa que hay gente que se lo lleva crudo y es mucho lo que se llevan.

Vanlop