Sinopsis Editorial:
Una auténtica novela feel-good, encantadora y estimulante que atrapa desde la primera hasta la última página.
Leonie, una joven profesora de instituto que ha decorado su piso de Colonia con gran dedicación, acepta a regañadientes cuidar de la gata de su vecina durante tres semanas.
A Susann le gustaría volver a Isquia, tal vez por última vez, y Leonie no quiere impedir que cumpla su deseo, así que se queda con Mimi, aunque no tiene ni idea de cómo cuidarla. Los primeros días son un desastre. Leonie necesita un milagro.
Entonces se le ocurre la genial idea de dejar a la gata con su amiga Maxie, que acaba de abrir la librería café “La señorita Paula” en honor a su tía, que ha fallecido recientemente y le ha dejado miles de libros que espera vender a los clientes.
Hoy vengo os hablo brevemente de “La librería café de los gatos”, una novela feelgood muy ligerita de esas que no te van a sorprender con giros inesperados ni enrevesados misterios, pero que te dejan al final de su lectura la agradable sensación de haber pasado unas horas en una compañía muy agradable.
No es que sea yo muy gatuna (más bien nada), pero me ha gustado esta historia en la que una gata, Mimi, y las circunstancias de su dueña, Susan, acaban uniendo la vida de tres mujeres en muy diferentes etapas de su vida, de una forma de lo más encantadora.
Susan, viuda desde hace años, ha decidido viajar al lugar donde veraneaba con su marido, porque ya se encuentra algo mayor y cree que puede ser su última oportunidad para hacer algo así. El problema es Mimi, su gata, ¿quién se puede hacer cargo de ella durante las tres semanas que estará fuera? La solución, una encantadora vecina y profesora llamada Leonie, que no le dice que no, pero que tampoco tiene claro cómo será vivir con la gata. No tardará mucho Leonie en arrepentirse de haber aceptado esta gatuna responsabilidad, pero se le ocurre una solución, de la que Susan, no tiene por qué enterarse y en la que entra en juego su buena amiga Maxie, que está en proceso de abrir una librería/café y quien por cierto adora a los gatos y enseguida hace migas con Mimi.
A lo largo de narración, veremos cómo las vidas de las tres mujeres se van encarrilando hacia, lógicamente, un final feliz, que para eso es el tipo de novela que es, aunque también tendrán que ir tomando decisiones y esquivando decepciones como cualquier hijo de vecino, pero logrando que la historia resulte entretenida, ligeramente emotiva, de ágil lectura y que te dejará con una sensación agradable cuando la termines y eso, a veces, es más que suficiente.
Amor, amistad, un toque de humor, historias del día a día, convivencia entre humanos y animales…en fin, una lectura ideal para desconectar de lecturas más intensitas o directamente pesadas.