Una librería un tanto borgiana, amenazada por los ajustes de empleo y por una clientela variopinta y a veces muy exigente, y unos empleados supervivientes que se mueven entre las estanterías y las obligaciones con la lentitud de los años y de las pulsiones privadas que dejan en sus casas. Sergio Galarza ha proyectado en esta novela toda una serie de vicios y ansiedades humanas, los motores que a veces renquean demasiado como para que sus criaturas puedan seguir adelante sin apalear de vez en cuando a sus crueles destinos. La librería quemada. Sergio Galarza.Candaya. Barcelona 2014. 205 págs. 16 euros.(LA VERDAD, "ABABOL", 24/1/2015)