La Libreta de la B Nacional: El laberinto de Rosario Central

Publicado el 18 septiembre 2012 por Marianofusco

De acuerdo al mito, el primer laberinto se construyó en la isla de Creta para aprisionar  a todos aquellos que hayan cometido algún acto erróneo. Eso le sucedió primero al Minotauro, y luego a Dédalo y a su hijo Ícaro. Salvando las distancias, a los equipos que descienden de categoría les sucede algo similar. Algunos pueden huir de allí, como por ejemplo River, que tuvo que sufrir hasta el final para regresar a la Primera División. Pero otros equipos no tienen esa suerte. Rosario Central pertenece a este rubro.

Los “Canallas” son, luego del ascenso de River, los que tienen mayor cantidad de títulos de Primera División de los 20 que participan en la temporada 2012/2013 de esta división, con 4 campeonatos (lo sigue Ferro con dos). Y es uno de los equipos más populares fuera de Buenos Aires. Sin embargo, eso no es suficiente para obtener el ascenso. De hecho, esta es su tercera temporada en la segunda categoría.

En la primera,  la 2010-2011, los rosarinos nunca estuvieron cómodos a lo largo de las 38 fechas que duró el torneo. De hecho, tuvo tres entrenadores a lo largo del torneo: Reinaldo Merlo, Héctor Rivoira y Omar Palma. Pero ninguno pudo encontrarle la vuelta a un equipo que estaba muy golpeado luego de aquel funesto 0-3 frente All Boys. Ni siquiera el haber incorporado varios refuerzos de jerarquía, como Miguel Caneo (hoy figura de Quilmes), Javier Toledo, Crístian “Kily” González, Eduardo Coudet, entre otros.

En la 2011-12 le fue mucho mejor, aunque eso no fue suficiente. Llegaron a Arroyito jugadores como Gonzalo Castillejos (a la postre goleador de la temporada), Matías Lequi, Ricardo Gómez, el uruguayo Julio Mozzo, y Jesús Méndez (disputó la segunda parte del campeonato), por citar a algunos. Quien ocupaba el banco era Juan Antonio Pizzi. Este equipo, hasta la fecha 35, estaba puntero, con 69 unidades.

Pero en las tres fechas siguientes perdió. Incluso jugando contra dos equipos que descenderían a la postre: Chacarita y Desamparados de San Juan, en las últimas dos. Terminó cayendo a la cuarta posición, y debió jugar la promoción contra San Martín de San Juan, en la que también le fue mal, empatando ambos partidos en cero. Tras ese pésimo final, Pizzi fue despedido.

Su lugar terminó siendo ocupado por Miguel Ángel Russo. Y siguieron llegando más jugadores para ver si la tercera termina siendo la vencida: llegaron de Instituto Alejandro Gagliardi, Diego Lagos y Hernán Encina, de Almirante Brown José Luis García, Mauricio Caranta y Héctor Bracamonte. Nombres que invitaban a ilusionarse.

Se pensaba que el inicio, ante Sarmiento de Junín, iba a ser fácil. Pero no. Ya lo había anticipado Russo, no sólo con esta fecha, sino también con las 37 restantes: “La B Nacional no es un camino de rosas”. Terminó siendo una inesperada derrota por 0-1 en el Gigante, haciendo que la fiesta terminase no siendo tal.

En los 6 partidos que disputó, tuvo dos victorias (Boca Unidos y Nueva Chicago), un empate (Huracán) y tres derrotas (Sarmiento, Banfield y Olimpo). En éstos reinó la irregularidad, haciendo que nunca tenga un estilo definido. Probablemente, de continuar este camino, esté más cerca de aquella escuadra de la 2010-11 que la de la 2011-12.

Rosario Central está en su laberinto desde hace poco más de dos años. Sigue intentando fabricar un par de alas que le permitan salir de allí, y subir hasta la primera división.