GATTACA
En un futuro no muy lejano, los padres elegirían el sexo y las condiciones físicas e intelectivas de los hijos, y los que no cumplieran con las expectativas, o trabajarían al servicio de los perfectos, o acabarían en un desagüe genético, que se lo digan a Ethan Hawke, Uma Thurman y a Jude Law cuando trataban de burlar al perfeccionista sistema social de su país.Esto de la genética, amén de un mundo un tanto virgen, tiene también sus peligros, y el mayor de ellos radica en las experimentaciones bajo cuerda, en los tratamientos secretos que todo el mundo ignora hasta que son demasiado palpables. Tras mucho tiempo en el dique seco, he vuelto a poner a trabajar a mis contactos en el espionaje patrio, y los resultados son demoledores: la clase política dirigente lleva décadas participando en experimentos de selección genética, cuyo único fin es el de perpetuarse en el tiempo, y ponerse a salvo de las hordas de pelagatos indignados (y hasta funcionarios incluso) que amenazan con desterrarlos.