Uno de mis pocos consuelos en estos días de verano invernal en Bruselas es pensar que el invierno constituye una excusa para comprar nueva ropa. Sé que es una alternativa algo lamentable a disfrutar de un verano como dios manda, pero una mujer que solo puede enseñar las uñas pintadas de los pies una semana al año ha de encontrar algo a lo que aferrarse.
Mis horas de ocio son muchas, dado que el tiempo me impide salir de casa… Sin ir más lejos ayer cayó agua suficiente para rellenar todos los pantanos de la Unión Europea, y parece que vamos a mantener la media por metro cúbico hasta el jueves. Así que he recorrido todas las páginas webs de marcas conocidas y desconocidas rastreando algo que me insufle ganas de vivir hasta octubre.
Mis conclusiones tras este intenso benchmarking de mercado son las siguientes:
•Se impone el camel, que pega con todo pero te acentúa la mala cara. Van a intentar imponernos el total look camel, es decir pantalón camel, suéter camel, abrigo camel y bragas camel. Esta es una tendencia a la que me voy a oponer, porque prefiero no ir con mi total look camel y con una pancarta que ponga en tres idiomas 'necesito una transfusión'.
•También se van a llevar mucho las cazadoras de cuero 'perfecto', que se deben llamar asi porque lo pone en las revistas, aunque en mi pueblo se han llamado siempre cazadoras de cuero de motero y si digo 'perfecto' no sé si alguna de mis tías me entendería. Son chaquetas de cuero cortas, ajustadas y con solapa doblada y rodeada de cremalleras diversas. También voy a resistirme a esta tendencia porque no considero necesario comprarme una cazadora de cuero distinta cada año para contentar al sector textil. Ahora bien, lo del cuero parece que va en serio porque las cadenas de moda están sacando también falditas de cuero. Hasta mango tiene una. Yo no sé si este revival del cuero va a triunfar mucho, porque es como muy Grace Jones. Pero lo van a intentar.
•Siguen luchando por hacernos comprar pantalones y faldas de cintura alta: ahora que nos hemos acostumbrado a digerir la comida y a poder sentarnos en el coche sin desabrocharnos los botones, nos costará volver a amargarnos la vida, pero tarde o temprano lo haremos porque somos así, está en nuestra naturaleza poner en segundo plano el sentido común.
•Las botas siguen arrasando y la industria de la moda sigue fabricando como churros zapatos con tacones pensados para mujeres que no andan, que no tienen pies con juanetillos, callos, durezas o sencillamente dedos, y que no tienen tampoco sentido del ridículo ni ningún reparo a andar por la vida como Chiquito de la Calzada. Pero dentro de la dominancia eterna de los tacones absurdos, hay una subtendencia de mocasin castellano. Puede que las gurús tipo Alexa Chung, que son adoradas como faros de tendencias pese a llevar una facha importante, ya tengan unos desde hace meses. Aparte de constatar todas estas grandes verdades sobre lo divino y lo humano, que no hacen sino reflejar la especie humana a través de su vestimenta, también he tomado arias decisiones de inversión:
1.-He de comprarme unas botas arrugadas en la pantorrilla que combinar con vestiditos. Va a ser difícil encontrar este tipo de botas sin tacón excesivo, y va a ser complicado también encontrar un vestidito postadolescente que no descubra mis nalgas cuando me siente. Por fortuna soy bajita y a lo mejor alguno me queda solo un palmo por encima de las rodillas. Hay vestiditos interesantes en Promod (a buen precio) y en Rue Blanche (solo para belgas y parisinas, y a precio no interesante). Y para poner encima del vestidito hay chaquetas largas de lana aceptable (léase 'no hace bola el primer día') en Alain Manoukian.Mirad este conjunto de Purificación García : me gusta, aunque sospecho que las botas esconden un tacón de los que no me interesan.
5.-Puede que no sea nadie este invierno sin uno de esos bolsos-saco que pueden llevarse de un asa corta pero que también disponen de un asa larga para colgarlos en bandolera. Gerard Darel tiene uno por la modesta cantidad de 500 euros. Habrá que buscar alguno más barato, que probablemente también sea de mejor calidad.
6.-Las mujeres nacidas antes de los 80 que conservamos nuestro puesto de trabajo también tenemos que ponernos americana de vez en cuando. Creo que me compraré ésta de Lanidor. Lanidor tiene algunas prendas muy bien cortadas, hay que elegir con cuidado pero se encuentran cosas de muy buena calidad-precio. Hay que evitar las de poliéster y los sueters de viscosa (léase 'hacen bola').
9.-Las chaquetas de punto y las camisas con chorreras están por todas partes. En Mango tienen una blanca de lana merino que sienta como un guante. No os durmáis en los laureles que estas extrañas prendas de buena relación calidad-precio duran una semana en la percha.
Vosotras, habeis pensado ya en vustra lista de la compra? os gustan estas propuestas?Que tengais un buen dia