'La lista de mis deseos', de Grégoire Delacourt

Publicado el 02 abril 2013 por Carm9n @Carmenyamigos

¡Hola, amig@s!
Hoy os traigo un libro que ha resultado ser un gran éxito, un bestseller, no solo en Francia, país de origen del autor, sino a nivel internacional, La lista de mis deseos. A España ha llegado de la mano de Ediciones Maeva, editorial a la que hay que felicitar en primer lugar por la bonita portada, mucho más atractiva que las ediciones francesa e inglesas que he podido ver. 
Pero dejando estas frivolidades, o no tanto, de las portadas, vamos, si os parece, con la novela propiamente dicha. (Si queréis ver el booktrailer y leer la sinopsis podéis pasaros por AQUÍ).
"Nos mentimos continuamente. 
Sé muy bien, por ejemplo, que no soy guapa. No tengo unos ojos azules en los que los hombres se contemplan, en los que desean sumergirse para que te lances a salvarlos. No tengo talla de modelo; soy más bien tía buena, tirando a rolliza. De las que ocupan un asiento y medio."
Así se nos presenta Jocelyne. Jo tiene cuarenta y siete años - "Ya está dicho"-, está casada con Jocelyn, otro Jo, -"Había una posibilidad entre millones... Y me tocó a mí"-, tiene dos hijos- "Tres en realidad. Un chico, una chica y un cadáver"-  y le gusta su vida.   Jo es todo lo feliz que puede ser alguien que, tras el fallecimiento de su madre cuando contaba tan solo diecisiete años y el ictus cerebral de su padre un año después, ha dejado atrás todos sus sueños e ilusiones de estudiar en París, de ser diseñadora... El trabajo en la mercería, de la que años después se haría propietaria, se presenta en ese momento como su única posibilidad.
Y ahora su vida en Arras transcurre entre su casa y su vida con Jo- los hijos ya son independientes-, la mercería, su blog de costura y manualidades, su charla con las gemelas, dueñas de la peluquería al lado de su mercería, las visitas a su padre, las vacaciones con su marido y poco más. Pero Jo dice sentirse a gusto, cómoda en su rutina. Sin embargo, no se percibe en ella una desbordante alegría vital sino cierta nostalgia y melancolía quizá por lo que pudo haber sido y no fue y la triste sensación de no haber podido decidir su propia vida.
Y es ahora, en esta época de su vida en la que surge la necesidad de volver la vista atrás- a sus recuerdos con su padres, a su noviazgo con Jo, la muerte de su tercer hijo, el drama que ello supuso...- cuando las pizpiretas gemelas la animan a que cubra un boleto del Euromillón. Y la suerte le está de cara. Es la ganadora de 18.547.301 euros y 28 céntinos. Ni más ni menos. Y sin decir nada a nadie, ni hacer efectivo el cheque comienza su lista de sus necesidades y de deseos. 
"Porque nuestras necesidades son nuestras pequeños sueños cotidianos. Son nuestras pequeñas cosas pendientes, que nos proyectan al día siguiente, al otro, al futuro."

He de reconocer que siento debilidad por las historias con hombres y mujeres corrientes, en su cotidianeidad, convertidos en personajes literarios. Aquí, Jo, la antiheroína, con sus miedos, inseguridades, angustias, su sueños rotos y sus cicatrices pero llena de ternura, bondad, dulzura y empatía se convierte en la heroína de su propia historia. Al igual que las novelas de iniciación, con jóvenes que se abren a la experiencia de la vida adulta, Jo deberá enfrentarse a lo que el premio del Euromillón, el dinero, traerá consigo. ¿Un nueva vida? ¿Cambios? ¿Quizá algo impredecible?  

La lista de mis deseos es un relato conmovedor que hace gala de una prosa sencilla, con frases cortas, y con una historia contada entre líneas- Jo silencia más de lo que dice, a nosotr@s y a los demás- que se va desvelando poco a poco, ampliando los círculos hasta la completa visión panorámica. Es una lectura deliciosa, aunque con sabor agridulce como la propia vida, con mayor enjundia de la que inicialmente le suponía, y que, no  os quepa duda, os recomiendo.   
Al final del libro hay un par de páginas para ir haciendo nuestra propia lista. Yo ya he empezado ... ¡Tiempo para hacer todo lo que tengo pendiente! Y hablamos, creedme, de muuucho tiempo. ¿Y vosotr@s? ¿Qué os parece si vamos construyendo nuestra particular lista de los deseos?  
¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...

Marcapáginas 203