Título original: The never list
Páginas: 320
Editorial: Umbriel / Ediciones Urano
Durante años, Sarah y Jennifer, dos amigas inseparables, elaboraron una lista de cosas que había que evitar a toda costa por motivos de seguridad. La llamaron la “Lista prohibida”. Una noche, sin embargo, en contra de lo que les dictaba su instinto, subieron a un taxi. Y esa decisión cambiaría sus vidas para siempre. Secuestradas por un sádico, pasaron tres años encerradas junto a otras dos chicas en un sótano. Una década después, Sarah se esfuerza por retomar su vida y asumir el hecho de que su amiga Jennifer murió en aquel sótano. Su torturador podría salir en libertad condicional, y ya no puede seguir ignorando las siniestras cartas que le envía desde la cárcel. Ha llegado el momento de enfrentarse a sus traumas. Para ello, Sarah inicia una búsqueda que la llevará de un extremo a otro del país y la introducirá en el perverso mundo del sadomasoquismo y las sectas secretas… desvelando un misterio mucho más horrendo de lo que podía imaginar.
Con el tiempo en la universidad comenzaron a relajarse un poco, pero sólo un poco, y por fin convivieron con las demás personas de su edad en una fiesta. Sarah llamó a un taxi para regresar a sus dormitorios, porque parte de la lista es nunca caminar solas de noche. Pero lo que no sabía que ese taxi no era de confiar.
Despiertan encerradas en el sótano de una casa a la disposición de un loco sadomasoquista. ¿Cuáles eran las probabilidades que dos chicas tan precavidas terminaran viviendo algo así? La historia brinca de presente a pasado, narrado en primera persona por Sarah, que cuenta sus recuerdos en el sótano y su vida actual. Una vida actual paranoica que no la deja salir ni a la puerta. Trabaja en casa, su portero le hace las compras y le lleva la comida. Cero relación con las personas más allá de su terapeuta y el detective que llevó su caso.
Desde muy temprano en la historia nos cuenta cómo fueron los tres años en cautiverio y el destino que tuvo su mejor amiga (lo dice la sinopsis) pero eso no le quita para nada el misterio. Ya que cuando existe la amenaza de que el causante de todos sus miedos salga de la cárcel en libertad condicional, ella afronta todos sus temores para evitar a toda costa que eso suceda. Y de eso va la historia.
Y como ya dije, entre que leemos las nuevas aventuras de Sarah diez años después del sótano, nos da flashbacks de cuando aún estaba en él, y las cosas que vivió. En teoría, me esperaba un libro un poco más... fuerte. Considerando su sinopsis y los temas que toca (sadomaso, BSDM, tortura, etc) siento que el libro estuvo muy light en ese aspecto. Sus recuerdos de los años del sótano son muy vagos, cuenta más que nada lo que sintió y lo mucho que sufrió, pero nunca detalla lo que vivió en sí, cómo fue torturada, qué le hacían, nada. Me gustan las historias un tanto retorcidas con personajes igual de retorcidos, así que esperaba éste secuestrador fuera un personaje así, y supuestamente lo es, pero como que me dejaron sin las pruebas suficientes para verlo de esa forma. Le faltó detalle al lado oscuro de la historia.
Ahora bien, todo lo demás estuvo bien. Le puse cuatro estrellas, pero más que nada es un valor de 3.5, por esa sensación de censura que sentí con la tortura, el sadomaso, y demás. Además que el final lo sentí muy vago, como que la autora dejó muchos puntos al aire. Durante la historia abrió varias historias alternas para darle sabor a la lectura, pero al final, siento que no concluyeron ninguna. Eso me decepcionó bastante, pero tampoco quita el hecho de que lo disfruté y por eso le dí la calificación que le dí.
En conclusión, es una lectura que te mantiene pegado al libro por las intrigas que te deja, pero que nunca cumple del todo en resolver tus dudas. Es entretenido, se lee rápido, pero no es una lectura que yo considere esencial del género. Se disfruta y ya. Le faltó un poquito más de sabor, un poquito más de locura o qué sé yo, sólo sé que algo le faltó para ser realmente una gran historia.