El mandamás del HSBC, el de la famosa lista Falciani, dijo que el banco no había cumplido las normas, admitió fallos en el control que permitieron la evasión de impuestos, práctica a la que se acogieron residentes en Suiza y fuera de ella, y mucho dinero procedente de actividades ilícitas, una orgía, una cama redonda en la que se mezclaba el “sudor” de estrellas del deporte, del rock, miembros de la realeza (o la falsedad), actores de Hollywood, políticos (nunca faltan), terroristas, traficantes de armas, y, por lo visto, miles de amas de casa primorosas, aunque esto parece el disfraz que más gustaba a los presuntos delincuentes para figurar en la ficha. Te plantas allí (o van a tu casa), entregas un palé de fajos, te preguntan la profesión, respondes “ama de casa” y todos tranquilos. Una ama de casa levanta un hogar y hasta un paraíso fiscal, si hace falta. Dinero de mucho Honorable Hijo Puta, con todo mi respeto para estas damas que se ganan la vida honradamente. El banco (y los estados) ponen el énfasis en la evasión y no en la cobertura, amparo y consejos para un dinero criminal, así atenúan mínimamente el rubor que tamaña complicidad debe producir. Una entidad que opera de esta forma hay que diluirla ya, con una Ley como las que hacen para los curritos, y el dinero sospechoso o injustificable para la hacienda pública, para acabar con los austericidios y con los sicópatas que los auspician.
El despistao dice que ahora funcionan con un mayor control y que más de 7.000 personas se encargan de hacer cumplir las normas. Es decir, ¡goendioós, como se nos vuelva a colar un Falciani en la nómina os capo a todos sin anestesia!, el resto importa un carajo, que siga fluyendo la pasta, así apeste a cadáver. Pero que no se descubra (otra vez), lo que no se encuentra queda fuera de cualquier juicio u opinión. Opacidad. Esa es la norma a cumplir a rajatabla, para lo otro ya nos pondremos de acuerdo los colegas.
Falciani, que hizo lo que tenía que hacer, según la fiscal, habla de la punta del iceberg como podría hablar del pico del casco polar. Digo yo que cuando habla de esa punta no hace referencia a la cantidad de ilustres que puedan aparecer todavía en el listado, si no a la cantidad de bancos sospechosos de tales prácticas, ¿a que sí? Ocurre que en ellos no hay más Falcianis con huevos cuadraos, no hay tanta madera de héroe porque los que demandamos heroicidades acabamos por dejarlos mangaos, con una vida en peligro para siempre, entre amenazas de muerte, entre cuatro guardaespaldas por toda familia. Para que todo quede en aguas de borraja. El héroe es un personaje solitario y, a pesar de eso, mucho menos triste que nosotros, quizás; ellos han brindado una oportunidad de cambiar el mundo y no millones de cambiar mensajes desde un sofá.
Nuestro reino aporta casi 1800 millones de dólares o euros (ahora están casi a la par) a la lista pero Montoro, que tiene la vista cansada y la jeta black, anda perdido con el súper mega desfalco de un tal Monedero (es que aquí vamos a la calderilla), un tipo que hace lo que, parece ser, la mayoría de profesionales, pymes y autónomos, que, a su vez, no es nada comparado con lo de una SICAV, siendo todos los escenarios legales. Gracias a la trasparencia sabemos lo que ha ganado, mucho o poco, qué ha cobrado y de quién, lo que ha pagado a los “orcos”, digo a las arcas (la culpa la tiene Dani Rovira) del Estado y lo que suman sus cuentas bancarias. Como premio a la voluntaria claridad ponemos en duda su integridad, gracias a la manipulación y tergiversación. Lo someten a un linchamiento que pocos podríamos resistir. Montoro, bordeando la ley, echa su jauría de dobermans hambrientos contra él. Para los escondidos en la lista Falciani, para la familia Pujol y esa otras familias tan suyas como la Gürtel”, Púnica o Bankia ya no quedan en su perrera más que perritos falderos y lamedores. Se podría decir lo mismo sobre los que tienen en la nómina mensual su único tesoro, ¡a por ellos! A por lo que se ve, que caigan todos los escrutinios y gravámenes posibles. Pero Cristobalito no dice ni pío del fraude fiscal de otro Pío, apellidado García Escudero, presidente del Senado, fraude, este sí, reconocido ante el juez Ruz.
No se dan cuenta de que el peligro no son ya los monederos, los iglesias y los errejones sino el proyecto que ha emprendido toda aquella gente que quiere acabar con tanto trilero y encubridor. Podrán decapitar la cabeza de una hidra, pero no todas las del “monstruo” al que tanto temen, con razón. Estamos ante un Fuenteovejuna. Pírrica e inhumana victoria, por lo tanto. Eso sí, pupa le han hecho al muchacho. Muy poca a la causa. Al contrario.
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