Otra sesión más de literatura. En la última, el día 1
Y ahora aquí les dejo con el fragmento de hoy:
Cuántos miles de veces, al caminar de noche por las calles, me he preguntado si llegaría de nuevo el día en que ella estuviera a mi lado: miradas tan anhelantes las que de diqué a los edificios y estatuas, tan ansiosas, tan desesperadas, que ahora mis pensamientos deben de haberse convertido en parte integrante de los propios edificios y estatuas, deben de haberlos saturado con mi angustia. Tampoco podía por menos de pensar en que, cuando habíamos caminado uno al lado del otro por aquellas calles sórdidas y sucias, tan saturadas ahora con mi sueño y mi anhelo, ella no había observado nada, no había sentido nada: eran como cualesquiera otras calles para ella, un poco más sórdidas tal vez, y nada más. No recordaba que en cierta esquina yo me había detenido a recoger su horquilla ni que, cuando me agaché para atarle los cordones, se me quedó grabado…
Y hasta aquí se puede leer. Ya saben, es su turno, jueguen y acierten.
Salud y República