La literatura y el sexo del autor

Publicado el 04 febrero 2013 por Rusta @RustaDevoradora
El mes pasado os propuse una encuesta que me ha dado algún que otro quebradero de cabeza, por eso voy a intentar escribir esta entrada con mucho tacto para evitar que se me malinterprete. La pregunta que os hacía era muy sencilla: ¿leéis más libros escritos por hombres o por mujeres? Antes de que nadie se me eche encima, quiero aclarar que no había ninguna motivación de separar las obras que se publican en función del sexo del autor ni el de los lectores (¡faltaría más!), sino tan solo una curiosidad sana provocada en parte porque algunos lectores me han hecho notar que leo muchos libros escritos por mujeres y quería saber si soy la única a la que le ocurre. Los resultados me han demostrado que no:
¿Lees más libros escritos por hombres o por mujeres?
Soy hombre y leo más a hombres........... 16 votos (2%)
Soy hombre y leo más a mujeres........... 11 votos (1%)
Soy hombre y leo a ambos por igual........ 37 votos (6%)
Soy mujer y leo más a hombres............ 44 votos (7%)
Soy mujer y leo más a mujeres............. 145 votos (26%)
Soy mujer y leo a ambos por igual.......... 154 votos (27%)
No lo sé/No me he fijado.................... 144 votos (26%)
Total de votos: 551
Tal y como esperaba, ganan las opciones del ambos por igual y el "No me he fijado", cosa que me parece totalmente lógica. No obstante, resulta llamativo que del bloque de las mujeres, que suma un total de 343 votos, cerca de la mitad hayamos reconocido que leemos más a mujeres. Yo no creo que lo hagamos con ningún afán hembrista, como me han insinuado alguna vez con muy mal gusto, sino que simplemente sentimos más interés o empatía por temas que suelen tratar más las mujeres. Ojo, con esto no quiero decir que la literatura escrita por mujeres sea "femenina" y deba considerarse un género aparte, pero hay autoras, como Almudena Grandes y Lucía Etxebarria en sus comienzos, que suelen escribir sobre temas asociados a las mujeres (recordad el libro con el que Etxebarria ganó el Planeta: Un milagro en equilibrio, sobre el embarazo), de modo que entiendo que de entrada puedan atraernos más que a los hombres, aunque son novelas "sin género" que también pueden gustarles a ellos (es decir, no estamos hablando de chick-lit, donde sí que reconozco que su público objetivo está mucho más determinado).
De todos modos, quiero aprovechar para aclarar que nunca elijo mis lecturas en función del sexo del autor (y supongo que las otras mujeres que han votado la misma opción que yo están de acuerdo conmigo); lo que ocurre es que los argumentos que me llaman más la atención suelen estar escritos por mujeres, de ahí que en el blog se vean muchos más nombres de féminas. Por otro lado, me he quedado con las ganas de que votaran más hombres para comprobar si con ellos también se cumple esta tendencia y leen más a los de su mismo sexo (cosa que entendería perfectamente por los mismos motivos), pero el hecho de que me lean más mujeres también demuestra, al menos en parte, que el tipo de libros que reseño interesa más a las lectoras.
He dicho que no quería escribir una entrada reivindicativa (entre otras cosas porque no creo que haga falta. Precisamente en la literatura, en el panorama actual, no me parece que haya demasiadas diferencias entre las oportunidades que se dan a autores y autoras), aunque sí que me apetece hacer una pequeña observación: a mí me han señalado más de una vez que leo a más mujeres que a hombres; en cambio, en espacios donde ocurre claramente lo contrario (desde blogs a recopilaciones de periódicos con los mejores del año) casi nadie dice nada. Tengo la sensación de que leer a más hombres que a mujeres, o leer a ambos por igual, se ve como algo normal; por el contrario, leer a más mujeres, no es que se vea mal, pero se nota como diferente, por eso algunos lectores se fijan en este detalle y me lo hacen notar. Es solo una impresión que tengo, puede que me equivoque.
Sea como sea, estoy segura de que todos estaremos de acuerdo en que lo que importa es la buena literatura, con independencia del sexo de la persona que la escriba y de los temas que elija tratar.