Con motivo del día del libro el pasado día 23 comencé a reflexionar sobre el papel del libro en nuestra sociedad y en los medios de comunicación en particular. Y es que no hace falta indagar mucho para ver que hablar de literatura no debe vender, ya que apenas se le dedica espacio y, cuando se hace, siempre en espacios minoritarios y con un tratamiento de pedantería suprema.
Sin embargo, llega la Feria del libro y se multiplican los reportajes, informes del aumento de ventas del sector (hablando de eso, ha aumentado un 8.6% en España según el Observatorio del Libro), autores firmando obras, etc. Y después… ¡PUF! Todo vuelve a desaparecer, ¿por qué?
Está claro que en Internet somos una gran comunidad. No solo por el gran número de blogueros, foros, webs dedicadas, etc. Sino por todos los lectores que también interactúan con todos nosotros, sin administrar o llevar un sitio. ¿Qué ocurre entonces en prensa, radio y, especialmente, en televisión? ¿Tan poco rentable es tener un pequeño espacio ameno y entretenido en televisión? ¿Por qué en los telediarios se habla semanalmente de los estrenos de cine pero no de las novedades editoriales? Solo interesan los grandes certámenes premios literarios, que curiosamente forman parte de sus grupos o son patrocinadores de algún modo.
Esta situación me recuerda a la que vive el sector del videojuego, millones de seguidores en el mundo, cada vez más influyentes en la economía y aún parece un estigma hablar de ellos.
Todo esto me lleva a pensar lo siguiente: ¿tenemos los lectores parte de la culpa? ¿Y si parte del encanto de la lectura es que nos hace sentir especiales y diferentes de lo común? ¿Es la lectura una afición “elitista”?
Pongamos, por ejemplo, que una saga que comenzamos a leer, adoramos y nos encanta hasta tal punto de hacerla nuestra se hace mundialmente conocida, ya todo el mundo habla de ella, todos la hacen suya, ¿pierde su encanto? Quizás un poco sí. Y es que no olvidemos que leer es un acto individual, pero es cierto que cuando se comparte se disfruta muchísimo más-
Si queréis conocer mi opinión, a modo de conclusión a esta reflexión, es que sí. Creo que los medios deberían darle una vuelta al tratamiento que le dan a los libros, dar más visibilidad a un mundo que siempre nos enriquecerá y ofrecerá cosas estupendas, pero sin intentar forzarlo o “meterlo con calzador”. Menos mal que, de momento, siempre nos quedará la red…