La llanuras del tránsito (Los Hijos de la Tierra IV), de J.M. Auel

Publicado el 13 marzo 2013 por Zeleza @AtardecBajoArbo

Editorial: MAEVAPáginas: 1.024
Sinopsis:
Cuarta novela de la serie Los hijos de la Tierra de Jean M. Auel sobre la vida de nuestros antepasados en la última fase de la Era Glacial, cuando los Neanderthales y los Cro-Magnones compartían la Tierra.
La insostenible situación con Los Cazadores de Mamuts obliga a Ayla y Jondalar a emprender un largo viaje a hacia sus lugares de origen. El curso de su aventura a caballo será a través de grandes llanuras batidas por el viento en la Europa de la Era Glacial, entre inhóspitas barreras de glaciares.
Recorrerán territorios ocupados por tribus de cazadores- recolectores que, por no conocer la domesticación de animales ni los métodos de curación, les consideran seres enigmáticos y temibles.
En su viaje a través del continente aprenderán que el mundo desconocido puede ser difícil y traicionero, pero también profundamente bello y aleccionador. Ambos se acercan cada vez más a ese sitio en la tierra al que todos llaman hogar.
Opinión:
Viajaremos con Ayla, Jondalar y sus pintorescos amigos a la tierra del segundo, a las Cavernas de los Zelandoni.
Este es el libro que más me ha gustado. A mucha gente es al que menos, pues a mí el que más. Y os voy a decir mis razones.
Lo primero es que este libro podríamos decir que es el inverso de El valle de los caballos en cuanto al Viaje de Jondalar. No todo, por supuesto. Pero sí pasarán por pueblos donde su hermano y él habían estando y establecido relaciones. Y claro, ha pasado mucho tiempo, las cosas cambian, y algunas son duras. Ciertos datos del viaje de Jondalar así como de sí mismo en este libro que en los otros libros no estaban claros se resolverán ... En parte.
Un viaje de un año pasando por distintos parajes, con muchas aventuras. Conocerán pueblos amistosos, hostiles, abandonados; lucharán contra la madre naturaleza, tendrán encuentros interraciales, viajarán a través de un glaciar con lo que ello conlleva ... Se enfrentarán a situaciones muy duras, tanto para sus mentes como su cuerpo.
A Ayla la podemos considerar como la "primera" persona que lucha contra el racismo. Ha conseguido que Jondalar cambie su opinión de los Neanderthales o "cabezas chatas" como les llaman los Cromagnones despectivamente. Tanto a cambiado que incluso el se esfuerza para que los moradores de los distintos poblados entren en razón. Pero todo es teoría hasta que Jondalar tiene un encuentro con un "cabeza chata" y esto es lo que verdaderamente le hace cambiar y concienciarse que no son meros animales. Una escena muy emotiva.
Un libro que no se centra tanto en la relación de Ayla con Jondalar. En esta entrega la autora se detiene más a explicar entre otras cosas las costumbres de ciertos animales, de los distintos pueblos, en las hierbas medicinales  en las situaciones personales de las personas con las que nuestros protagonistas tienen cierta relación ya sea hostil o no. También explica cosas geológicas, como formación de glaciares y su movimientos, aguas termales, turba y hulla, fenómenos meteorológicos y un amplio etcétera. Realmente las descripciones son muy buenas, acompañadas de la explicación clara, sin términos raros o enrevesados  relativamente sencilla pero casi nunca corta.Esto está muy bien pero a veces te saca de la historia. Por poner un ejemplo, cuando están en cierto punto del viaje, se pasa dos páginas explicando la turba, hulla, para qué la quieren los pueblos de esa zona, etc.
Las relaciones con otros pueblos es un punto a favor de la novela porque se puede comparar las costumbres que dice Jondalar que tiene su pueblo con los demás. Con los conocimientos de este más los que les dan los distintos pueblos por los que pasan, las distintas culturas que han conocido, han hecho que nuestros protagonistas tengan un conocimiento muchísimo más amplio sobre todo. Y esto se reflejará en los libros posteriores.No hubiese sido lo mismo que la novela se hubiese limitado a hablar sobre el viaje en sí de la pareja o que fuesen el centro de todo. Que en ciertas partes dejen de ser los "protagonistas" para que lo sean otros personajes con sus historias a mi juicio desahoga la historia principal que puede llegar a cansar un poco.
Hay ciertas partes del libro que, no nos vamos a engañar, son muy aburridas pero se compensan con creces con otras en las cuales pasa a ser una novela de intriga y suspense. Para mí, hay una parte concreta de la historia en donde Ayla y Jondalar están separados por ciertos motivos que solo con esas páginas merece ser leído el libro.
Algo que no me gusta mucho del libro es que cada vez parece más un libro erótico. Demasiado porno para mi gusto. Algunas veces hasta parece que se le han acabado las ideas en ese momento y ha pensado: "¿Qué puedo escribir? No sé me ocurre nada... ¡Ya lo tengo! Vamos a hacer una escena erótica!". Lo bueno es que las escenas ahora varían un poco más, distintas situaciones, es decir, que ahora no son siempre "llega la noche, y a las pieles". No. Por lo menos se lo curra un poco más.Este podría ser mi gran "pero" de la novela. Si le quitásemos algunas escenas ... Pero por si no hubiese suficiente material sexual en la novela ahora hay más escenas "eróticas" animales. Explica la cópula de los mamuts y como la pareja se queda mirando, o la de los caballos, etc.
Pero quitándole eso, a mi juicio me parece el libro más dinámico de los cuatro. Tiene más aventuras (también más páginas), más giros inesperados y no se repiten las situaciones. Y algo que si que me ha gustado es que no es tan predecible como Los cazadores de mamuts. Vamos, ni punto de comparación. En esta historia te sorprende muchas veces y a un servidor eso le gusta.
Tanto si os gusta el libro como si no os aconsejo que sigáis leyendo los siguientes libros. Si ya lleváis cuatro, ¿qué va a pasar por leer el quinto? ¡Mucho ánimo!