Aquí en vez de un agente del FBI el protagonista es un arqueólogo y profesor pero con rasgos de personalidad muy similares al anterior.
También hay una trama similar con una tema central sobrenatural, libros antiguos y órdenes religiosas involucradas. Al igual que en las anteriores novelas los personajes de ficción de mezclan con los históricos y hay varias tramas paralelas pero en distintos momentos de las historia del hombre y también una presencia de los servicios secretos.
Estas similitudes argumentales no implican que la novela sea aburrida o previsible, se deja leer y cumple la misión de entretener y mantener la atención del lector.
Recomendable para los amantes del thriller religioso y para los seguidores de Cooper.