Si los perros parecen relajados y cómodos, se puede acortar la distancia entre ellos. Una vez más, ofreceremos golosinas mientras permanezcan en esta actitud.
Una vez que son capaces de una proximidad cercana, permitiremos que caminen uno tras otro, o a la par, dejando por último que se relacionen bajo estrecha supervisión.4. Vigilancia en el hogar: cuando los perros estén ya en casa, es conveniente supervisarlos y, si han de quedarse solos, utilizar un separador para que puedan verse. Reforzaremos el comportamiento positivo, con golosinas y halagos.
No dejemos a su alrededor juguetes o comida por la que potencialmente podrían luchar, hasta que estemos 100% seguros de que la relación entre ambos marcha bien.En caso de que no consigamos que la presentación sea satisfactoria, la mejor opción es siempre consultar a un veterinario etólogo que nos indique qué debemos hacer para cada caso concreto.