La Lógica de la Productividad Personal con GTD

Publicado el 04 marzo 2013 por Jmbolivar @jmbolivar

Mihály Csíkszentmihályi (se pronuncia ['miha:j 'tʃi:ksɛntmiha:ji] pero yo que tú no lo intentaría) lo ha dejado muy claro. Fluir, esa sensación inconfundible caracterizada por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad, no solo te hace más feliz sino que es la expresión máxima de la productividad personal.

Fluir es lo que te da sensación de control, de saber que estás haciendo exactamente lo que tendrías que estar haciendo y con plena conciencia de lo que no estás haciendo y por qué.

Fluir implica hacer algo con atención plena, con absoluta concentración en la tarea. Concentración es la clave. La energía concentrada, al estallar, provoca un impacto mayor.

Si no sabes, o no te puedes, concentrar, es imposible que alcances tu máxima efectividad, da igual el tipo de actividad del que se trate.

¿Qué impide que te concentres más, mejor y durante más tiempo? Las distracciones, en cualquiera de sus formas. Y no caigas en la excusa fácil de culpar a otros o a factores externos. Es cierto que los ruidos del entorno de trabajo, las personas poco respetuosas con las prioridades ajenas y las incesantes notificaciones de tus gadgets no te ayudan a concentrarte.

Pero te invito a que hagas un ejercicio de sinceridad. ¿Has estado en alguna ocasión a solas en una habitación, sin personas ni factores externos que te distrajeran y, aún así, te has distraído? El motivo por el que te ha ocurrido esto es porque tus propios pensamientos son tu mayor y principal fuente de interrupciones, por incómodo que sea aceptarlo.

¿A qué se debe esto? Es posible que te hayas distraído momentáneamente mientras lees este post, aunque solo haya sido un segundo. Puede que tu atención se enfocara momentáneamente en alguno de tus compromisos, es decir, hacia algo que crees que necesitas, o que quieres acabar, o que crees que deberías hacer algo con ello. Y es muy probable que eso que robó tu atención sea algo que no ha sido suficientemente gestionado, es decir, algo para lo que sigue habiendo alguna decisión pendiente de tomar.

La distracción en sí no es negativa. De hecho, si son ideas producidas en alguna medida por lo que estás haciendo podría ser incluso interesante tenerlas en cuenta. Tampoco tiene nada de negativo dejar de prestar por un instante atención a algo para cambiar de ritmo mental o para descansar.

Lo verdaderamente negativo es cuando lo que la produce es algo en lo que preferirías no pensar en ese momento. Y es negativo porque lo que ocurre es que tu mente sabe que el contenido de esa distracción es importante para ti y aún no ha sido organizado de la forma adecuada, motivo por el que intenta organizarlo por ti.

GTD nos dice que la productividad viene de la mano de la concentración, de la atención plena en la tarea, y que tu capacidad de concentración es inversamente proporcional a la cantidad y a la frecuencia de las interrupciones que sufres, la mayor parte de las cuales proceden de compromisos propios insuficientemente gestionados.

En otras palabras, la lógica de la productividad personal con GTD te dice que, si quieres mejorar tu productividad, debes aprender a gestionar mejor tus compromisos.

Y GTD te ofrece un método para conseguirlo.

Este artículo, La Lógica de la Productividad Personal con GTD, escrito por José Miguel Bolívar y publicado originalmente en Optima Infinito, está licenciado para su uso bajo una Licencia Creative Commons 3.0 España.
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