Campaña contra los delitos de cuello blanco
Vídeos de las operaciones policiales, dirigidos por la Contraloría General, circulan por toda la isla.
La prensa cubana casi no habla del asunto, y se limita a los partes oficiales.
FERNANDO RAVSBERG La Habana
Tomado de Público.es
Cuba se acaba de clasificar entre los cinco países menos corruptos de América Latina, por detrás de Uruguay, Chile, Puerto Rico y Costa Rica, según el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de la ONG alemana Transparencia Internacional.
Su posición puede estar ligada a la intensa campaña contra los delitos de cuello blanco que ha llevado a la cárcel a cientos de dirigentes políticos, gerentes e importantes empresarios extranjeros.
Las acciones se dirigen desde la Contraloría General de la República, la cual responde directamente al Presidente Raúl Castro. La represión del crimen económico es tan grande que está cambiando el componente racial de las prisiones con la llegada de muchos más blancos.
La prensa cubana casi no habla del asunto, sólo se limita a los escasísimos partes oficiales. Sin embargo, de mano en mano circulan por toda Cuba memorias USB con filmaciones de las principales operaciones anticorrupción que se desarrollan en el país. Algunas incluyen imágenes de los operativos policiales y declaraciones de los principales implicados confesando sus delitos y explicando cómo realizaban las estafas. Nadie sabe si se trata de materiales que se fugaron del control de las autoridades o si fueron filtrados por éstas.
En Servicios Comunales de La Habana Vieja, una decena de los principales dirigentes de esa entidad, robaron casi 34 millones de pesos, más de un millón de euros. En el vídeo explican cómo transferían más dinero del presupuestado para pagar los salarios de brigadas de limpieza inexistentes y luego lo hacían desaparecer."Esta trampa era lo más fácil del mundo", dice el principal implicado y agrega que los controles bancarios y contables eran mínimos. Bastó una carta firmada por el director al banco para pasar el presupuesto líquido de 15.000 pesos a 497.000. Así se distrajeron más de 30.000 euros cada 15 días sin que nadie los inspeccionara.
El acusado se construyó una casa de tres pisos, asemejándola a un templo, y realizó mejoras en otras siete viviendas pertenecientes a sus cómplices, además de comprarles electrodomésticos como cocinas, lavadoras, refrigeradores, aires acondicionados, computadoras, equipos de música u hornos de microonda. Y al director de la empresa de Servicios Comunales le entregó un "regalo" de 11.000 euros con los que éste se compró un automóvil y una embarcación de recreo.
Pero lo más increíble es que durante dos años alquiló de forma permanente automóviles de turismo en empresas del Estado, pagando unos 45.000 euros, algo que debería haber llamado la atención teniendo en cuenta el salario mensual promedio de un cubano. Además pasaba sus vacaciones hospedado en hoteles de 5 estrellas del balneario de Varadero, también del Estado. El decomiso fue tan grande que las autoridades necesitaron tres camiones para trasladar los bienes incautados.
Según el vídeo, se detectaron 5 viviendas aledañas en las que se vendían los productos que los gerentes robaban de las tiendas que dirigían. La inspección encontró que faltaban mercancías y había otras que no constaban legalmente. La propia gerente del centro comercial explica ante las cámaras cómo"multaban" a los clientes vendiéndoles los productos con sobreprecio para quedarse con el excedente. Además declaraban como "mermas" artículos que en realidad estaban en perfecto estado y luego se los repartían entre los gerentes y demás jefes.
La lucha contra la corrupción está alcanzando niveles nunca vistos en Cuba por su amplitud, sostenibilidad y las alturas que alcanza. El Presidente cubano había advertido que nadie puede pensar que está por encima de la ley y sus palabras parecen confirmarse cuando un exministro, la esposa de un general y familiares cercanos de dirigentes de primer nivel están hoy entre rejas. Otros altos cargos fueron destituidos por negligencia porque ese "es el manto con el que se cubren todos los desvíos y los robos que no son de cientos o de miles ni de simples millones sino de cientos de millones de pesos", dijo Raúl Castro en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista.