A pesar de las obligaciones que le mantienen ocupado en los Balcanes, Hermann Göring no se olvida de sus buenos amigos los ingleses, y ha vuelto a regalar a la ciudad de Conventry dos noches de pesadilla después de la “visita” que nuestros bombarderos dispensaron a la otrora bonita ciudad del centro de Inglaterra, la cual constituye un importante núcleo industrial con numerosas fábricas de armamento y aviación y, por ende, un objetivo estratégico de primer orden para la Luftwaffe.
El primer asalto fue llevado a cabo hace tres días, durante la noche del 8 al 9, cuando 237 bombarderos atacaron la ciudad arrojando 315 toneladas de bombas explosivas y 710 recipientes repletos de cientos de dispositivos incendiarios. El ataque aéreo se prolongó durante siete horas, y la lluvia de miles de bombas explosivas e incendiarias destrozó numerosos edificio.
Dos días después, durante la noche de ayer a hoy, otros 230 bombarderos han arrojado 330 toneladas de bombas durante un asalto aéreo que se ha prolongado durante casi ocho horas. Un hospital ha sido alcanzado repetidas veces por las bombas explosivas, que una y otra vez durante varias horas lo han acertado y demolido gran parte de sus instalaciones. Los médicos y enfermeras se han apresurado a salvar a sus 160 pacientes trasladándolos al sótano mientras un edificio tras otro del hospital iba siendo alcanzado. En un momento de la noche, han tenido que emplearse las bombonas de oxígeno para poder respirar en las condiciones de hacinamiento que han tenido que soportar médicos, enfermeras y pacientes.
Como resultado de estos bombardeos, Coventry ha tenido que lamentar la muerte de 475 personas y más de 700 heridos graves. Muchos edificios han quedado destruidos, incluidas varias fábrica, la estación central de policia, dos hospitales, la Escuelo Rey Enrique VIII y la iglesia de Santa María.
Bomben auf Engelland!