El director Antonio Gonzalo, en un lance del rodaje.
Desgranar una vida no resulta tarea fácil. Desmenuzar una vida como la de un personaje como Juan Ramón Jiménez, menos. Teresa Calo es escritora, autora y directora teatral y también actriz. En "La luz con el tiempo dentro" interpreta a Isabel Aymar, madre de Zenobia Camprubí; sin embargo, también ha sido la artífice de un guión para nada sencillo. ¿Acaso lo era un genio de las letras como Juan Ramón Jiménez?La actriz y guionista Teresa Calo.
"La luz con el tiempo dentro intenta ser un viaje por vida y alma de Juan Ramón." —comenta Calo—. "Él no sólo es el protagonista, sino, en la medida de lo posible, el narrador. Con este objetivo se ha extraído todo el material posible de su vida y obra, se ha intentado que el poeta hable con su propia voz. Gran parte de su discurso está rescatTeresa Calo, guinoista de La luz con el tiempo dentroado de su biografía, de su poesía y de su prosa, hasta el punto de que, algunas secuencias, son reproducciones adaptadas de relatos suyos.""Podrían llenarse folios y folios hablando de la dificultad que entraña resumir en un largometraje una vida como la de Juan Ramón Jiménez, tan fecunda, atormentada, gozada, sufrida, exprimida, despreciada, atesorada, inquieta, intensa, azarosa… y un sinfín de adjetivos que me ahorraré por respeto al poeta, que los detestaba: 'El sustantivo es la virtud, el adjetivo es el vicio'. Cualquiera que se haya asomado a su obra y a su vida, se habrá visto abrumado por tanta información, a menudo, además -sobre todo en lo que a su personalidad se refiere-, contradictoria. Egoísta, narcisista, insociable, antipático según algunos autores. Espiritual, reservado, trabajador, generoso, cariñoso, comprometido y un etcétera muy largo para otros."Los actores Carlos Álvarez-Nóvoa y Marc Clotet, con el director Antonio Gonzalo, en el set de rodaje.
"Pero es que no estamos hablando de un hombre corriente, sino de un genio que, además padeció la enfermedad de Crohn, desconocida en su tiempo. La sintomatología que padeció se atribuyó a trastornos síquicos. Todo ello condicionó su vida y fue la causa, desde su juventud de varios ingresos hospitalarios. Entonces se le diagnosticó una neurosis depresiva con episodios de grave hipocondría. Probablemente, su enfermedad acrecentó un evidente trastorno bipolar. ¿Pudo ser acaso ese rasgo que tanto le complicó la existencia, el responsable de su obra irrepetible? Es una pregunta sin respuesta. Porque, además, este “esbozo de su vida” que quiere ser La luz con el tiempo dentro, se aleja deliberadamente de respuestas, críticas, adulaciones o juicios."