La luz que no puedes ver

Publicado el 05 septiembre 2015 por Nievesvillalon @mundosdelectura

Anthony Doerr es autor de los libros de relatos Memory Wall y The Shell Collector, las memorias Four Seasons in Rome y las novelas About Grace y La luz que no puedes ver, finalista del National Book Award y que se ha convertido un best seller en Estados Unidos, con extraordinarias críticas. Las obras de Doerr han logrado varios premios, entre ellos cuatro O. Henry Prizes, el Barnes & Noble Discover Prize, el Rome Prize, el New York Public Library's Young Lions Award, el National Magazine Award for Fiction, tres Pushcart Prizes, dos Pacific Northwest Book Awards, tres Ohioana Book Awards, el 2010 Story Prize, considerado el más prestigioso premio de Estados Unidos para un libro de relatos y el Sunday Times EFG Short Story Award, el mayor premio del mundo concedido a un único relato. En 2007, la revista literaria británica Granta incluyó a Doerr en su lista de «Los 21 mejores novelistas estadounidenses». Vive en Boise, Idaho, con su mujer y sus dos hijos.

Marie-Laure vive con su padre en París, cerca del Museo de Historia Natural, donde él trabaja como responsable de sus mil cerraduras. Cuando, siendo muy niña, Marie-Laure se queda ciega, su padre le construye una perfecta miniatura de su barrio para que pueda memorizarla gracias al tacto y encontrar el camino a casa. A sus doce años, los nazis ocupan París y padre e hija tienen que huir a la ciudad amurallada de Saint-Malo. Con ellos se llevan la que podría ser la más preciada y peligrosa joya del museo.
En una ciudad minera de Alemania, el joven huérfano Werner crece junto a su hermana pequeña, cautivado por una rudimentaria radio que ambos encuentran. Werner se convierte en un experto en construir y reparar estos aparatos cruciales para los nuevos tiempos, un talento que no pasa desapercibido a las Juventudes Hitlerianas.
Siguiendo al ejército alemán, Werner deberá atravesar el corazón en guerra de Europa. Hasta que en la última noche antes de la liberación de Saint-Malo los caminos de Werner y Marie-Laure por fin se crucen. Y sus vidas cambien para siempre.
La luz que no puedes ver es una historia narrada en tercera persona. Punto a favor de la novela, ya que permite que todo lo que sienten los personajes, lo sientas tú de manera totalmente "pura". Me explico: sientes lo que te transmiten Marie-Laure y Werner sin sus filtros, sin tener que ser lo que ellos sientan precisamente. Yo, pero ejemplo, he sentido una congoja permanente con Werner y una dulzura y cariño particular hacia Marie-Laure, y estos sentimientos se me han despertado precisamente al narrar en tercera persona.
Ya he mencionado a nuestros dos protagonistas: Marie-Laure y Werner. Ella es una chica que se queda ciega a los siete años, si no me equivoco, y que tiene que vivir la Segunda Guerra Mundial totalmente a oscuras, valiéndose de los ojos y la valentía de su padre. Él es un niño al que reclutan porque es un crack con las radios, y a quien acaban llevando al frente por una cosa que hace que no le gusta a su superior. Dos historias diferentes, entrelazadas irremediablemente y cosidas con lazos irrompibles.También encontramos numerosos personajes secundarios, entre los que destaco al padre de Marie-Laure por ser tan entrañable, valiente... por ser padre, vaya. Destaco también a Jutta, la hermana de Werner, porque es el motor que impulsa al chico a seguir adelante, y me gustaría mencionar a Ettiene y a madame Manec, los que cuidan de Marie-Laure cuando su padre ha de ausentarse.
El ritmo al inicio de la novela es pausado, para que te introduzcas poco a poco en la vida de los personajes, intentes comprender lo que sería vivir en un asedio, en ciudades bombardeadas, ser o no ser "el malo", la incertidumbre de estar a oscuras, sin saber nada... Pero a medida que avanza la novela el ritmo se hace cada vez más dinámico, más rápido, como si al inicio estuviera cogiendo carrerilla y luego ya no pudiera frenar.

Esta novela ha sido una de las más sufridas que he leído este año. Me ha dolido y la he vivido como si estuviera yo dentro de ella, como si fuera un personaje más. Todos los elementos, todas las tramas, están tan bien construidas que es imposible que no te guste o que no te llegue a tocar el alma.
Marie-Laure especialmente se ha convertido en uno de mis personajes favoritos; una niña que empieza a tener miedo pero que se lo traga, que lucha por lo que cree, que se enfada, que llora, que vive, grita y... en fin, es como una persona. Y la vemos crecer, y eso me encanta.
Algo que me ha gustado muchísimo de este libro es que cierra totalmente todas las tramas que el autor iba dejando como "en el aire". Todo acaba atado, no hay incógnitas, y eso me ha encantado, porque hay veces que un libro se queda como colgado, que un personaje desaparece y no vuelves a saber nada de él, y en este no es así, al menos te cuenta qué pasa con todos ellos.
Es una obra sencillamente magistral, y no me arrepiento para nada de haberla leído. Os la recomiendo si os gustan los dramas, especialmente si os gusta la ambientación en la Segunda Guerra Mundial, porque aunque aquí no hay relatos específicos de los campos de concentración, deja caer a pinceladas todo lo que se sufrió y perdió en este período de la Historia.
Muy merecido el Premio Pulitzer 2015.