La madre de las burbujas

Publicado el 14 diciembre 2012 por Dean
No soy experto en economía ni nada parecido, soy simplemente un observador que ha vivido en carne propia por lo menos un par de crisis eonómicas mundiales y entiende que  -como están hoy los cosas- no nos esperan tiempos muy maravillosos ni me siento nada halagüeño de nuestros gobernantes, ni los equipos económicos que les asesoran.
He visto engordar y explotar la burbuja de "Las punto com"; para paliar dicha crisis, inflaron la burbuja inmobiliaria y con su explosión nos han salpicado a todos. Viendo la forma de actuar de las entidades macroeonómicas, es de esperar que otra burbuja se esté inflando ahora mismo para salir de este atolladero; esa nueva burbuja se llama Rescate, una bomba puesta hoy en nuestras manos y cuyo tic-tac nos repite una y otra vez que pronto va a reventar en nuestras caras dejándonos si no muertos, al menos desfigurados.
Y no es una burbuja cualquiera, la verdad es que las anteriores se quedan en simples burbujitas de jabón frente a esta madre de todas las burbujas. Se ve venir, el señor Marianico -emulando a su homólogo Griego- ve que la recesión se mantiene constante, las exportaciones no se dan, internamente se vende muy poco, no hay dinero, entonces no le queda más remedio que  aceptar esa ayudita, esa mano bondadosa que le tiende la unión Europea, y entrega a los bancos un dinerito para que vayan tirando. Los amigos están para eso, para las buenas y para las malas; como Españistán no está bien, pues le damos unos "Paquetes de estímulos" y así sale de la crisis. 
Lo nuestro es sólo un ejemplo de lo que se hace a lo largo y ancho del mundo (igual que ha sucedido con las burbujas anteriores). Se inunda el mundo con dinero falso para mantenerlo andando. Se ofrecen nacionalidades por 160000 euros y se además se regala un piso; se dan amnistías fiscales, se invita a los inversionistas a traer su dinero provenga este de donde provenga, se crea un banco malo, pero lo más peligroso: Se aceptan rescates para la banca y se le dice al pueblo que es la panacea universal, el remedio que cura todos los males. Empezando por USA y siguiendo por todo el mundo se da dinero a los bancos para "Proteger la estabilidad del sistema financiero" .
Hoy en las redes sociales no se habla de otra cosa que de la estafa que significan dichos rescates, pero pero parece ser que la gente en realidad cree las palabras de un gobierno que lo único que ha demostrado plenamente es su capacidad para mentir. Cómo es posible que los capitalistas llorones estén pidiendo que el gobierno -y por lo tanto el pueblo- venga a rescatarlos con su dinero. Que los peces gordos de las bolsas de valores no sean capaces de asumir las pérdidas de un colapso que ellos mismo provocaron y responsabilicen a los viejos jubilados con sus precarias pensiones, a las familias  con hijos que a duras penas sobreviven o a los jóvenes que buscan la manera de abrirse paso en este caótico mundo que les ha tocado por herencia.
El sistema económico globalizado se emborracha por años y años de avariciosos capitalistas que inventan y revientan burbuja tras burbuja con la única finalidad de engordar sus arcas. Ni los gurús de la economía mudial, ni nadie se atreve a frenar la borrachera y los gobiernos terminan por mantener abierto el grifo de la cerveza sin darse cuenta de que van a provocar el infarto etilico de una sociedad que ya no aguanta más alcohol y que va a tener que soportar una resaca que quizás le dure hasta el fin de la humanidad civilizada tal como la hemos conocido. Quizás los Mayas no estuvieran muy equivocados en sus predicciones y su fin del mundo se refiriera a estos términos que son tanto o más catastróficos que el colapso de golpe. Nadie prefiere una lenta agonía antes que la muerte rápida, y todo indica a que nos están condenando a esa larga tortura.
Si el otro de los temas candentes en las redes sociales, el de los corruptos, ha tomado tales proporciones es porque los paquetes de estímulos les han provisto de dinero fácil para robar y seguir choriceando como ha sido su costumbre. La burocracia política engulle los millones mucho más rápido que las maquinas destructoras de papel, ya sea enviando grandes sumas a sus amigos y familiares a través de los bancos o por medio de las empresas que gestionan o de las que son consejeros. 
Si pensamos que estamos endeudados hasta la médula, estamos bastante equivocados. Si no nos creemos lo que se dice acerca de que estaremos endeudados por generaciones, sólo tenemos que mirar hacia los paises llamados subdesarrollados para saber que su PIB es consumido por los inetereses de las deudas que han contraido una y otra vez a lo largo de la historia, deudas que paga el pueblo aunque los desembolsos millonarios hayan ido a parar a manos de banqueros, empresarios y gobernantes corruptos como está sucediedo hoy en estas latitudes. 
En el corto período que lleva gobernando el señor Rajoy, nos está endeudando más que en toda la historia, y es de esperar que lo peor vendrá gracias a su estilo, a sus ministros y a sus consejeros. ¿Qué sentido tiene rescatar a Bankia? La respuesta es obvia, pero ¿Por qué no lo impedimos? Esa si que es una pregunta de difícil respuesta.
Cuando estalle la siguiente burbuja, la de los rescates, ya no se podrán aplicar las medidas tomadas  hasta ahora; no se podrán bajar los tipos de interés porque ya están por los suelos; no se podrán pedir más rescates ya que el exceso de deuda es precisamente el causante de la nueva crisis; los gobernantes podrán salvar a los bancos, pero ¿Quién salvará a los gobiernos?
Cuando hablo con algún compañero de trabajo entiendo que la gente no quiere creer que esto pueda suceder; la gente se siente como cuando está en la mesa del casino y tiene una mala racha; no pierde la famosa y manida palabra: ESPERANZA, y lanza los dados con fé en que ahora la suerte le va a sonreir; pone el destino de sus hijos, nietos y bisnietos en manos de dios y de la suerte en lugar de dejar el juego y hacerse dueños de sus propios destinos.