La maestra escultora, Sabina von Steinbach (Siglos XIII - XIV)

Por Sandra @sandraferrerv
En la catedral de Estrasburgo, delante de la puerta del transepto sur, frente a la estatua del maestro constructor Erwin von Steinbach, se alza la hermosa imagen de una mujer. Muchos expertos aseguran que dicha estatua representa a la hija del maestro, llamada Sabina von Steinbach, o Sabine de Pierrefonds. Sabine se habría formado como pintora y escultora en el taller de su propio padre y algunas de las estatuas de la catedral de Estrasburgo, la de Magdeburgo y Notre Dame de París se han atribuido a su arte y talento con el cincel. Muy poco se sabe de Sabine pero es un ejemplo que nos demuestra que las mujeres también formaron parte de los gremios y logias masonas que se dedicaron a la construcción de las grandes catedrales en distintos puntos de la geografía europea.

Sabine von Steinbach aparece citada por primera vez en una descripción de 1617 del escritor Schadeus. Sabine habría aprendido junto a su padre, el maestro de obras de la catedral de Estrasburgo, y su hermano, también miembro del gremio que estaba al cargo de la construcción del templo. De la catedral de Estrasburgo se le atribuyen las esculturas de Iglesia y Sinagoga, situadas en el pórtico sur y dispuestas una a cada lado de la estatua del rey Salomón.


Iglesia y Sinagoga | Catedral de Estrasburgo

Sabine von Steinbach se habría casado con Bernard de Sünder, también masón y constructor, con el que estuvo trabajando en la catedral de Magdeburgo. A la muerte de su padre, en 1318, Sabine continuó trabajando en la catedral de Estrasburgo junto a su hermano, también maestro constructor, aunque existen muchas dudas acerca del verdadero papel de la escultora dentro del gremio.

También en Estrasburgo, parece que Sabine habría dejado su firma en una estatua de San Juan Evangelista en la que se podía leer en latín: Gracias a la devoción de esta mujer valiente, Sabine, que me ha dado forma a partir de la piedra dura


Sabina von Steinbach | Moritz von Schwind (1844)

Años después se la sitúa en París, donde vivió en los poblados construidos alrededor de Notre Dame donde convivían los masones que trabajan en su construcción.

No existen prueban totalmente concluyentes de la existencia de Sabine y de su papel como maestra constructora, masona y escultora. Pero su historia bien podría haber sido cierta y simboliza a todas las mujeres que trabajaron en la construcción de las catedrales europeas en la Edad Media realizando trabajos aparentemente reservados a los hombres.

 Si quieres leer sobre ella 

Masonas, Yolanda Alba