“Ama a tu madre, a tu madre, a tu madre y luego a tu padre” (Mahoma).
“Madre, la palabra más bella pronunciada por el ser humano. La más bella palabra en labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce es: Oh, madre” (Khalil Gibran)
Con estas citas que aparecen en el libro comienzo la reseña, porque creo que pudieran ser las citas que sintetizan gran parte del contenido del libro, un libro escrito por un hijo poeta en reconocimiento a la madre ya muerta. Brevemente diré que el escritor es un saharaui nacido en 1960, y afincado actualmente en Madrid. Es además de escritor, profesor honorario de la UAM, entre otras cosas.
Este libro, al margen de su contenido tiene un significado particular en mi caso como lectora, porque se me dio con la condición de que lo leyera y no me lo quedara, ya que lo que me daban era como un libro viajero, que tenía que estar en constante movimiento, pasando de unas manos a otras. Así que ya digo, que ha sido pasado.
La madre es descrita como una madre especial, amante de los versos y sabios de una cultura de carácter oral como es o fue la saharaui, a la que gustaba memorizar, entender y utilizar versos que enriquecen la conversación. A la vez que vamos conociendo detalles de esa cultura oral, con sus nombres propios, detalle éste que como explica Gonzalo en su epílogo, convierte al libro en un escrito de valor antropológico por las numerosas referencias a estos poetas de transmisión oral; también nos van llegando algunas de las historias guardadas en la memoria de la madre, de la vida en el desierto, de las sabidurías para sobrevivir. Y ya al final, como no puede ser de otra forma, recordaremos el drama que supuso, el abandono inesperado y traicionero de España en 1976, que deja a merced de Marruecos y Mauritania, al pueblo saharaui.
Es un libro muy personal y sencillo, y que en mi percepción va mejorando conforme va avanzando, y en el que a lo largo del mismo, la poesía está siempre presente.
Me despido con una cita que rescata en el epílogo Gonzalo Sichar Moreno, profesor de Antropología Social y Cultural de la UAM, que en honor a la edad, dice: “De niño: papá lo sabe todo; de adolescente: papá no sabe nada; de adulto: ¡Ay, si viviera papá!”
NOTAS: - Leer la curiosa historia de Michel de Vieuchange, enamorado de Smara hasta tal punto que dejó escrito la frase “Ver Smara y morir”. Al saber que su muerte estaba cercana, dejó escrito su odisea en un frasco de cristal. De ahí saldría su libro póstumo, que ha sido considerado como uno de los libros de referencia dentro de las historias del Sahara. (parece que su libro no está traducido al español)