En el mundillo de los temas de misterio existe un grupo de individuos, medianamente organizados, pero que tienen ideales e intereses muy bien definidos y similares entre ellos, no les interesa la investigación ni el análisis del fenómeno de los objetos voladores no identificados o fenómenos aéreos no identificados. Lo único que les interesa es que se rinda una enfermiza y casi patológica alabanza a los ovnis y al mito de los extraterrestres.
Los muy sinvergüenzas te quieren vender por todas partes ideas como que los “reptilianos” son extraterrestres que buscan dominar al mundo, o que los “pleyadianos” y los “arcturianos” son seres de luz que “vibran en altas frecuencias” y que por lo mismo debemos de creer de manera incuestionable sus supuestos “mensajes”.
Estos individuos generalmente son gente que en su vida real no ha destacado por nada bueno y honorable, generalmente son la oveja negra de la familia, o el tío loco que nadie quiso. Y por eso buscan llamar la atención de distintas maneras, pero algunos recurren a esta temática al carecer de cualidades más dignificantes para destacar en su comunidad, por lo que recurren a las redes sociales para hacerlo.
Siempre buscan imponer sus ideas, sus creencias, sobre todo argumento o evidencia que señale lo contrario a lo que ellos predican. Se hacen fanáticos de todos los falsos mitos de los “extraterrestres” que han surgido en el pasado, a pesar de que la gran mayoría de todos ya han sido plenamente refutados y descartados.
Si les cuestionas o les exiges pruebas y evidencias para demostrar lo que ellos dicen, estos tipos siempre te saldrán con la tarabilla de que “si no crees por qué estas en grupos de ufología”, o que si les cuestionas es porque no tienes tu mente abierta, o que eres un agente secreto de los “poderes fácticos reticulianos” (sic), y varias excusas más para no dar nada que dé valor a sus palabras.
Pero nunca piensan que si ellos aportaran algo realmente valioso de verdad, sí se les escucharía, si no aportaran pura marmaja mistificante, no serían clasificados como viles consumidores adictos de desinformación conspiranoica.
También su conducta necia y ser de mente nublada es lo que impide poder entablar un diálogo digno y respetable con ellos. Lamentablemente muchos son como los perros callejeros que le ladran a todo lo que ven pasar y que está fuera de su control. Lo único que hacen con sus actos es denigrar a la ufología a vil charlatanería. Sólo les interesa creer fantasías, no les interesa conocer la realidad que hay atrás de todo eso.
No les interesa el diálogo o el debate esclarecedor, sólo les interesa imponer sus ideas plagadas de parafernalia. La comunidad ufológica mundial ya no es lo mismo ahora que hace 20 años, ahora ya no se cae tan sencillamente en los típicos fraudes de timadores que buscan fama y reconocimiento a base de engaños y supercherías. Hoy hay mayor escepticismo que ha permitido resolver y desmitificar muchos “misterios”, incluso algunos que ya hasta eran de temas de culto, sin merecerlo, como el caso Roswell o los trucos de Billy Meier.
Hoy en día hay mucha apertura al tema de los ovnis por parte de las autoridades gubernamentales y en los medios de comunicación, pues se sabe que no hay nada que temer en ese tema, todo lo contrario, hay mucho que descubrir, y eso siempre genera conocimiento nuevo que ayuda a la sociedad a ver al mundo de una forma más concreta, lejos de fantasías y mentiras.
La ufología no es para creer en ovnis o extraterrestres, es para descubrir que hay detrás de esos aparentes “misterios”.
Que tengas una muy bella y desmitificante noche.
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