Hola venteros, como ya sabéis hace justo una semana el mundo, pero especialmente el literario se despertó con una terrible noticia, la muerte de Carlos Ruíz Zafón. No me creía lo que leía, al principio solo una foto de él en instagram y me dije bueno será que ha publicado algo o que a esta persona le gusta y ha decidido subir una foto. Poco a poco fueron apareciendo más publicaciones similares y entonces decidí meterme y ver qué era lo que había en el pie de foto. Vi la noticia. No puedo describir cómo me sentí.
Carlos Ruíz Zafón llegó a mi vida un verano de 2007 cuando tan solo contaba con 8 años. Estábamos de vacaciones en la playa y mi madre, que aunque no es una gran lectora de vez en cuando disfruta leyendo, compró Marina para leerlo mientras tomaba el sol. Yo siempre he sido una lectora curiosa y atemporal (no sé si se dice así, es que mis gustos literarios no iban de acuerdo a mi edad) y mientras mi madre soltaba el libro empecé a leer algunas páginas.
No recuerdo mucho, solo sé que me gustó lo que leía y aunque no me lo leí entero (recordemos que tenía 8 años, me imagino a mi primo que tiene 7 y aún le cuesta leer letra de "niño" y me cuesta imaginarme a mí con esa edad leyendo a Ruíz Zafón, pero es cierto) pues por razones obvias...
Unos años después, no recuerdo si 2011 o 2012 (sé que estaba en 1º de ESO, así que tendría 12 o 13 años) volví a coger Marina y buah... en ese momento decidí que Ruíz Zafón se convertiría en mi autor favorito (a día de hoy este puesto lo ocupan varios escritores). Marina es un libro que lo tiene todo, ciencia ficción, su toque de terror (porque a mí me lo dio), dulzura, romance, sufrimiento, nostalgia... Marina es especial y siempre le tendré a este libro mucho cariño.
Ese mismo año me mandaron leer en el instituto El príncipe de la niebla y volví a enamorarme y a sufrir mucho, porque es que me daba miedo lo que leía (siempre he sido un poco cagueta) y ya seguí con El palacio de medianoche. Ese verano me leí El juego del ángel, empecé por el segundo porque era el que había en mi casa en ese momento, simplemente.
No he vuelto a leer nada más. El verano pasado quería leerme por completo la saga del Cementerio de los libros olvidados pero tenía un parón lector muy fuerte y hace poco decidí que ahora sí que era el momento de leerlo. Hoy he sido consciente de que es lo único que me queda por leer de él y no, no quiero que se acabe porque es magia. Es magia lo que era capaz de hacer con sus palabras, con sus historias.
Hay quienes te trasladan a otro lugar con sus palabras y él lo hacía y lo seguirá haciendo porque se ha hecho eterno. Esa es la magia de las palabras que consiguen hacerse eternas. Y hablando de la magia y la eternidad de las palabras quería contaros un breve cuento que lei cuando estaba en el instituto en lengua. No va a ser exactamente como os lo cuente porque han pasado ya unos años, pero decía algo así:
Dos jóvenes rebuscaban entre las cosas de su abuelo y encontraron un cofre. Al abrirlo encontraron un sobre con una carta y una caja misteriosa que nunca antes habían visto. Estuvieron un rato mirando la caja para ver cómo funcionaba pero al cabo del tiempo, al no saber qué hacer con ella decidieron abrir la carta. En ella decía: Soy vuestro abuelo y seguramente leáis esto en un futuro, en esta caja he dejado una cinta de video con alguno de mis recuerdos, aunque seguramente cuando encontréis este cofre os costará poder ver los recuerdos.
Las palabras son eternas y mágicas. Gracias Carlos Ruíz Zafón por compartir tu magia.
P.D.: Perdón si os he aburrido con mis historias desde pequeña pero ha sido la especie de homenaje y agradecimiento que me ha salido.