Si algo ha conseguido ABC Family a lo largo de estos años ha sido crearse su propia imagen. Más allá de Pretty Little Liars, que ha acabado quedándose como la excepción en su propia cadena (una excepción que también es maravillosa a su manera, por cierto), ABC Family es la casa de unas cuantas series con tintes adolescentes pero, sobre todo, muy buenas ideas, a veces conceptos muy interesantes y, ante todo, un tono muy entrañable que funciona muy bien. En ese sentido, ahí están series como Switched at Birth, Chasing Life o The Fosters, que a base de haber construido un conjunto de personajes entrañables (y, a su manera, relativamente complejos) hace que nos encontremos cada semana completamente pendientes de lo que ocurre en ella. Y, en el caso de alguna de ellas, esperando mordiéndonos las uñas de una semana a la siguiente por lo que va a ocurrir. Sin necesidad de anunciar ningún tipo de evento extraordinario.
Parecido es lo que ocurre con Callie, el personaje interpretado por Maia Mitchell, que ha conseguido convertirse en un personaje lleno de matices y contradicciones que resultan perfectamente coherentes y entendibles. Callie es una chica fuerte, porque está acostumbrada a necesitar serlo. Pero es también una chica vulnerable, que necesita desesperadamente confiar, pero a la que le cuesta hacerlo. Callie es una adolescente que piensa y siente como adolescente, pero como adolescente que casi ha tenido que ser adulta sin serlo.
De todos modos, a pesar de todas estas cosas que la convierten en una imprescindible, no ya dentro de las series adolescentes, sino de las series en general, lo cierto es que aún no hemos hablado de lo que hace que The Fosters sea The Fosters. Lo que hace que al verla nos sintamos parte de ella. Es justamente ese sentimiento tan familiar con el que nos llega ya desde la misma intro (confieso que he llorado más de una y de dos veces simplemente viendo la intro. Y no me avergüenza reconocerlo).
Es por eso que si andáis huérfanos de series familiares (algo que es más que probable ahora que hace relativamente poco acabó Parenthood) y buscáis algo con un toque entrañable pero también con muchísima inteligencia y muy buenas intenciones, no os lo penséis dos veces y dadle una oportunidad a The Fosters. Os prometo que no os vais a arrepentir.