A principios de 2010, la escritora Rosario Raro me regaló un trébol de cuatro hojas. Lo había cultivado ella misma a partir de unas semillas. El detalle me conmovió, aunque le recordé a Rosario que el shamrock tiene tres hojas. Entonces nos reímos y ella me aseguró que éste en concreto me traería buena suerte, porque era una muestra de amistad, de las que se dan de corazón. Confieso que soy de naturaleza escéptica y no creo en sortilegios ni esos poderes sobrenaturales que se suelen atribuir a los objetos. Pero haberlas, hailas... a las pruebas me remito.
Estos días en que apunto está de ver la luz mi nueva novela DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, otra gran escritora y querida amiga, Lydia Leyte, tuvo el detallazo de regalarme un amuleto de Sargadelos; un CORNABERTO, "contra los que nos quieren acornar, fingiendo no enterarse". O lo que es lo mismo: contra la puñalada trapera, contra el que tira la piedra y esconde la mano, contra el que nos pone verde a nuestras espaldas o -ay, esas nuevas tecnologías- contra el que nos quiere hacer daño parapetándose detrás de un nik.
Soy muy afortunada por contar con dos amigas que, a través de un trébol y un amuleto, me regalan su afecto. Teniéndolos cerca, las tengo a ellas. De ese modo, nunca olvido que son sus buenos deseos los que los convierte en objetos mágicos y su amistad mi auténtico talismán.
Date un paseo por la página de la escritora ROSARIO RARO.
Te invito a conocer la obra de LYDIA LEYTE.