Durante la semana se celebraron 2 semifinales que dejaron por el camino a varios representantes que hubieran dado mucho juego en la final, como el de Montenegro que saltó al escenario con camiseta transparente, falda (que se quito para dar paso a unos pantalones brillantes) y, lo mejor de todo, su trenza XXL.
Letonia por su parte nos presentó a una interprete recién salida de un comic manga.
La representante de Islandia llegó directamente del futuro para traer un bote de lejía.
Hubo mucha fauna y flora: un mono por Italia, un caballo por Azerbaijan...
Y por último, nunca mejor dicho, nuestro representante. Manel Navarro quedó al final de la clasificación gracias a sus gallos, el tongo en las votaciones para escogerle y, por supuesto, un look más propio de un chiringuito playero.
Querido Manel, ¿que opinas de haber quedado último en Eurovisión y, además, ser uno de los mamarrachos de la semana?