La mami que no quiero ser

Por Noorvasquez

Siempre hay algo espinoso en nuestras vidas o en nuestro pasado, una mala experiencia con nuestros padres (porque nadie es perfecto), algún error cometido, una vivencia que queremos borrar pero que es imposible, ya lo hemos vivimos.

No quiero ser una madre perfecta, porque no estoy criando unos robots, ni unos androides sin sentido común, simplemente quiero ser una mamá comprensiva, amorosa, respetuosa, y que les brinde la total confianza y complicidad para ayudarlos a superar cualquier obstáculo en sus vidas. Que no me teman, me respeten como soy, así como yo los respetaré como sean, dentro del mismo cuadro de valores y principios que les inculcaré, no quiero ser esa madre intolerante, pesimista, corta alas, que es capaz de todo para que su hijo o hija no haga lo que desee sino lo que ella quiera, una madre con la mente cerrada y que le importe más el qué dirán. Eso no, no quiero ser así. No funciona, no es correcto, todo se desmorona cuando una madre no hace lo que debe hacer sino lo que quiere hacer.
Todas somos mamis, mamis diferentes, de cada rincón del mundo, con valores y principios, pero siempre hay una cosa que no debemos ser: una mami que prefiera su comodidad o felicidad al costo de la felicidad de sus hijos. Porque entonces yo no la llamaría mamá.