Los autores no han sugerido cambiar de manera drástica la temperatura, pero si han expuesto que una exposición intermedia de frío y tibio puede tener beneficios reales para la salud. En su estudio publicado en “ Building Research & Information” remarcan diversas fuentes que apoyan su teoría.
En el 2015 los investigadores encontraron que aquellas personas diabéticas que fueron expuestas durante 10 días a un clima frío intermitente (15°C por 6 horas/día) observaron que su sensibilidad a la insulina aumento un poco más de 40%. “Esto es comparable a los mejores medicamentos o terapias con actividad física” según las palabras del autor.
Aunado a ello varios estudios sugieren que la exposición al calor o frío puede tener tanto efectos positivos como negativos en los procesos cardiovasculares, incluyendo la presión sanguínea y el ritmo cardiaco, como en el sistema inmunológico. Dicha variación en la temperatura “ejercita” el sistema inmunológico del cuerpo, así lo menciona el autor Wouter van Marken Lichtenbelt (Profesor de las energías ecológicas y salud de la Universidad de Maastricht de los Países bajos-Europa-).
También se ha demostrado que las temperaturas frías activan e incrementan la quema de calorías de la grasa y mejoran la actividad de las células musculares para trabajar la glucosa.
“Aún se desconoce si es con el cambio de temperatura de tibio a frío o simplemente el frío en sí, el que es el resultante de este beneficio” Mencionó van Marken Lichtenbelt.
Aunque aún no se puede hacer una recomendación especifica de las intensidades y la duración de las mismas, Marken recomienda iniciar con una temperatura media y no mantener siempre todo el tiempo la misma temperatura.
Procura tanto en tu casa como en la oficina regular la temperatura, uno de los consejos más recomendados es abrir la ventana y dejar que suba y bajen las intensidades de manera natural y no a través del AC o con el termostato. De manera adicional tanto la salud, así como la energía eléctrica y tu bolsillo se verán beneficiados.
Marken y su equipo planean a futuro estudiar la sensibilidad de la insulina en personas con diabetes para determinar “el protocolo optimo” de las variaciones de temperatura. Dichas variaciones pueden tener una mejora de la salud en diabéticos, así como poder prevenir otras enfermedades también. Otro estudio relacionado con la temperatura y la sensibilidad de la insulina fue publicado el mes pasado en la “BMJ Investigación y cuidados en la diabetes” donde han informado que muy posiblemente tanto los cambios de clima como el calentamiento global pueden jugar un rol en el aumento de los casos de diabetes a nivel mundial. Marken ha mencionado “Siento que hemos recolectado suficiente información para asegurar que las temperaturas ambientales importan, pero aún tenemos que probar los efectos a largo plazo”. Así mismo aseguró que el ajustar las temperaturas en la casa no implica que vaya a curar al obesidad y los problemas relacionados a ella, esta practica debe de ir a la par de otros métodos ya conocidos, como lo son la alimentación balanceada y el practicar ejercicio regularmente.