Las editoriales me quieren reventar los nervios. Como ya dije AQUI ese vicio odioso de cambiar la portada de un libro que no lleva más que unos cuantos años rodando por las librerías y estanterías está cada vez más común. Yo lo había profetizado al final de la entrada anterior, y veo que mis dotes de bruja no fallaron:
"No se sorprendan si cambian la portada de "Rubí" para que los lectores compren de nuevo el libro para tengan los tres libros de la misma línea. Avisados quedan"
Primero tuvimos esto (reciclo fotola al canto)
Creo que ya dejaré de indignarme con estas "burdas estrategias de mercados para vender más libros" porque yo no caeré en sus trampas. Una portada es sólo eso, no hace más bueno ni más malo a un libro. Ojalá, queridos lectores, odien estas portadas y estos trucos chapuceros tanto como yo.