La maniobra de la tortuga es una de las lecturas que disfruté el pasado 2016 y que por diversos motivos no había podido reseñar hasta ahora. Como dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, a mi me gustaría transformar el refrán en un nunca es tarde si de recomendar un buen libro se trata y este especial por varios motivos.
Autor: Benito Omo.
Editorial: Suma de letras.
Año: 2016.
Género: Novela negra.
Páginas: 360 páginas.
ISBN: 9788483658659
Precio: 16,90 euros.
Sinopsis:
Empujado por el infortunio, el irreverente inspector Manuel Bianquetti se ve obligado a aceptar un traslado forzoso a la comisaría de Cádiz, un destino previsiblemente tranquilo que se verá alterado con el hallazgo del cadáver de una joven de dieciséis años. Una muerte violenta que le traerá reminiscencias de un pasado del que no logra desprenderse.A pesar de la oposición de sus superiores, el inspector Bianquetti emprenderá una cruzada solitaria para atrapar al culpable siguiendo el rastro de unas evidencias que podrían no existir más allá de su imaginación. La realidad se va oscureciendo en la medida en la que el lector va devorando páginas al tiempo que participa junto al protagonista en la investigación de un caso cada vez más turbio y escabroso.(sinopsis facilitada por la editorial)Especial porque conozco a Benito desde hace varios años, concretamente una noche oscura y fría como ese Cádiz que nos describe en su novela, en la que nos presentó otro grande de las novelas negras, el bueno de Cesar Pérez Gellida con el que hablé aquella noche de todo menos de una pasión que nos une a ambos y que no es otra que el rugby (ya habrá otra ocasión). Por aquel entonces había sacado su anterior novela con un título tan sugerente como Mil cosas que no te dije antes de perderte, luego nos hemos visto un par de veces más, la última para una entrevista que te recuerdo puedes leer aquí y me he dado cuenta que Benito sigue siendo el mismo, mejorando día a día con cada experiencia de la que aprende hasta sacarle el mayor provecho posible en su beneficio y su última novela nos lo demuestra.Si la portada os atrae, creedme si os digo que el interior os sabrá conquistar. He vivido varios años en Cádiz y es una ciudad que adoro con todas mis fuerzas y su autor ha obrado el milagro de que con la imaginación vuelva a ella, pero no sólo a esa Cádiz,” tacita de plata, la isla encerrada entre el viento y el mar, la de sus calles estrechas y su alameda pintada de azul” (Los millonarios. Juan Carlos Aragón). Benito Olmo ha querido mostrar el otro Cádiz que también existe, el del paro, la corrupción, la pobreza y sus otras caras que rivalizan con la festividad y el jolgorio alegre a que nos tienen acostumbrados en los medios de comunicación. Chapó para el autor porque en ambientación le ha quedado una novela de diez y he podido leerlo y comprobarlo en sus palabras, Benito se curra sus novelas tras ellas hay horas de autocorrección y planificación y esto se comprueba en sus detalles. “Todo empezó con la muerte de una chica” y en el fondo es así, nos sumergimos de verdad en esta historia a través del asesinato de una menor sudamericana la típica noche de fin de semana en la que los jóvenes salen a divertirse. Todas las sospechas recaen sobre su novio con el que vieron discutir horas antes de su asesinato. En una ciudad carente de grandes logros policiales un hecho con las circunstancias que lo rodean hace que por parte de los altos mando de la policía quieran dar carpetazo cuanto antes al caso y para ellos no dudan de la culpabilidad del sospechoso. Bueno hay alguien que si duda y ese es nuestro protagonista, Manuel Bianquetti un policía con un oscuro pasado y que vive en Cádiz sus horas bajas relegado a tareas administrativas dentro de la comisaria. Con él recorreremos Cádiz y sus pueblos cercanos e iremos conociéndolo más en profundidad hasta poder comprender que es lo que le mueve a comportarse así. Tengo que reconocer que Manuel Bianquetti me ha sorprendido para bien, es un personaje de los que dejan huella, tan hosco, malhumorado y desagradable que uno lo encuentra entrañable. Cómo es eso posible, pues ese es el secreto para que un personaje tenga el éxito asegurado y yo estoy seguro que nuestro protagonista se ha hecho un hueco en los gustos literarios de cada lector de La maniobra de la tortuga. Espero que el autor sepa jugar bien sus cartas y no deje en el olvido a un personaje que seguro que está destinado a escribir páginas gloriosas en futuros libros.Otra protagonista en la novela es Cristina, menos visible con menos guión pero con una fuerte carga emocional que hará estremecernos hasta el punto de quedar muy sensibilizados con el tema de la violencia de género que Benito ha sabido tratar de manera punzante pero con el mayor de los respetos, sin tirar de titulares y sensacionalismos.Con esto, la trama se desarrolla de forma pausada, para usarnos de testigos y que no perdamos detalles pero a su vez trepidante pues todo ocurre en pocos días, entre un ambiente y unos personajes que se mueven a favor de la novela para que disfrutemos de ella, con muchos aspectos de novela negra y una pizca de misterio que hace que no perdamos el interés en todo momento.Una obra esta que supone un salto de calidad para Benito Olmo, un amante del género negro que ha sabido dotar a su libro de un sello propio con toda la experiencia adquirida de los grandes del género.Una magnifica lectura para disfrutar de lo que se le pide a una novela negra, que sea gris y juzguemos a todo y a todos en todo momento.Autor: