Revista Cine

La mansión de los crímenes / the house that dripped blood (1971)

Publicado el 18 mayo 2017 por Rawpower
The House That Dripped Blood-La Mansión de los Crímenes-Poster

'Una película muy recomendable para pasar un buen rato delante del televisor.'

Surgida de la perversa mente de Robert Bloch, The house that dripped blood conocida en nuestro país como La mansión de los crímenes, es otra película producida por la productora británica Amicus dentro de sus parámetros de trabajo habituales. Enclavada dentro de los films que se nutren de diferentes y auto conclusivas historias que alimentan un argumento central. El film es agradable, simpático, entretenido y ofrece buenos momentos para los amantes del cine de terror más elegante y atmosférico,  una propuesta que apuesta por la tensión y la atmósfera antes que por la hemoglobina y que se aleja conscientemente de los cánones más góticos de su principal rival por esos años, la Hammer. El film fue dirigido por Peter Dufell (creo que en su única incursión en el cine de terror) y a pesar de no ser una película tan redonda como Dr. Terror (Dr. Terror’s House of horror, 1965) o Refugio Macabro (Asylum, 1972), sí que cuenta con suficientes puntos de interés como para justificar su visionado y, por supuesto, tener un hueco en El Terror Tiene Forma. Si os parece entramos en materia.    En este caso son cuatro historias que giran alrededor de una vieja mansión, que parece tener una influencia negativa en los sucesivos inquilinos que osan habitarla. La película se inicia con el inspector Holloway (John Bennett) que llega a un apartado pueblecito para investigar la desaparición de un conocido actor. En la comisaría, un nervioso policía, le comunica que la desaparición del actor no es el único suceso extraño que ha ocurrido en los últimos años y que una extraña casa parece ser la fuente de todos los problemas. A partir de ese momento cuatro historias auto conclusivas compondrán el grueso del film permitiendo hilvanar y alimentar una trama central.The House That Dripped Blood-La Mansión de los CrímenesConviene entretenerse un poco en los diferentes segmentos. El primero de ellos se titula Método para matar (Method for murder) y en él se nos cuenta la historia del escritor, especializado en novelas de terror, Charles Hillyer (Denholm Elliott) y su esposa Alice Hillyer (Joanna Dunham) que alquilan la susodicha casa como un lugar perfecto para que Charles desarrolle la nueva novela que su editor está esperando. En ese entorno idílico el escritor idea un nuevo personaje, un despiadado asesino (Tom Adams), que poco a poco va cobrando forma corpórea y convirtiendo su vida en una auténtica pesadilla que lo lleva al borde de la locura. Este segmento goza de algunos buenos momentos y las interpretaciones son correctas, pero en global adolece de una falta de ritmo y tensión, que provoca, visto con ojos actuales, la impresión de haber envejecido en demasía. De todas maneras es justo reconocer el buen hacer de Denholm Elliott, veterano y carismático actor que, años después, daría vida al Dr. Marcus Brody en la saga de Indiana Jones.Christopher Lee en The House That Dripped Blood-La Mansión de los CrímenesLa segunda historia remonta, notoriamente, el nivel de la anterior, lleva por título Trabajos de cera (Waxworks) y está protagonizada por Peter Cushing, Joss Ackland y Wolfe Morris. Sólo por la presencia de Cushing el episodio ya merece la pena, pero aparte de este detalle, la historia que se nos narra tiene su “miga”. Cushing interpreta a un solitario hombre de mediana edad, que alquila la casa para pasar los últimos años de su vida leyendo, escuchando música y cuidando del jardín. En uno de sus paseos por el pueblo encuentra un pequeño museo de figuras de cera regentado por un extraño individuo (Wolf Morris), en dicho lugar descubre una figura de Salome que le recuerda a una mujer de la cual el había estado perdidamente enamorado. Pocos días después aparece por la casa un antiguo amigo, también rival por la conquista del corazón de la bella dama. Ambos visitan el museo y un sorprendente secreto “cambiara” sus vidas.  Peter Cushing en The House That Dripped Blood-La Mansión de los CrímenesDulces para la dulce (Sweets to the sweet) es el tercer segmento de la película y quizás el más perverso y terrorífico. Christopher Lee encarna a John Reid que junto a su pequeña hija Jane (Chloe Franks) alquila la siniestra casa. John es un hombre muy autoritario que mantiene a su hija lejos de cualquier contacto social o actividad propia de su edad. Con el fin de educarla convenientemente contrata a una institutriz, pero poco a poco, extraños acontecimientos romperán la impuesta armonía. La brujería es el motor principal de este relato y creo no equivocarme si digo que es el mejor de todo el film. La niña realiza un papel excepcional y consigue provocar más de un escalofrío, Lee impone su majestuosa presencia en un papel creíble y perfectamente delimitado y el guión esta absolutamente ajustado a la duración del episodio, como resultado: un relato con una atmósfera y tensión muy bien llevadas que trasmite grandes dosis de inquietud y mal rollo.El último segmento reúne a Jon Pertwee (uno de los actores que ha dado vida al incombustible Doctor Who) y a una de las actrices más carismáticas y sensuales de la Hammer: Ingrid Pitt. El capítulo lleva por título La capa (The cloak) y es una estupenda, a veces hilarante, historia sobre el cine, los actores pedantes pero a la vez perfeccionistas y los vampiros. Con mucho humor negro por medio, se nos narra la historia de Paul Henderson, un actor especialista en el género de terror que se halla inmerso en el rodaje de una película; disconforme con el vestuario fabricado para su papel de vampiro, decide comprar en una antigua y vetusta tienda de atrezzo una capa que le permita dar credibilidad a su personaje. El problema es que la capa parece convertirlo en un vampiro real, asustado decide recurrir a una compañera de rodaje…Ingrid Pitt en The House That Dripped Blood-La Mansión de los CrímenesEste último segmento da pie al final de la película, final que no voy a desvelar pero que no desentona para nada con todo el espíritu que rezuma por todos sus poros la producción, no siendo este espíritu nada más que un amor y respeto, no falto de humor, por el cine fantástico, que traspasa épocas y que, desde el punto de vista Amicus por supuesto, supone un buen festín para todos los amantes del género. Película muy recomendable para pasar un buen rato delante del televisor y gozar con una concepción del cine que actualmente brilla por su ausencia.Un saludo desde la casa maldita.      

Ficha Técnica

Año: 1971 / Director: Peter Duffell / Productor: Max Rosenberg, Milton Subotsky / Guión: Robert Bloch / Fotografía: Ray Parslow / Música: Michael Dress / Dirección Artística: Tony Curtis / Maquillaje: Harry Frampton, Joyce Jones / País: UK / Duración: 102m. / Formato: 35mm  / Proporción: 1.85: 1 / Color

Ficha Artística

Christopher Lee, Peter Cushing, Ingrid Pitt, Nyree Dawn Porter, Denholm Elliott, Jon Pertwee, Joanna Dunham, John Bennett, Joss Ackland, Chloe Franks, Tom Adams, Geoffrey Bayldon, John Bryans, Hugh Manning, Robert Lang, Richard Coe, Wolfe Morris, Jonathan Lynn, John Malcolm, Winifred Sabine, Carleton Hobbs, Bernard Hopkins, Roy Evans, Joanna Lumley 


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