Imaginemos que todo el mundo es creyente, que posee una gran fe y que está seguro de que todo obedece a la voluntad divina, sinceramente no tendría sentido hacer ni pensar en nada porque ya está dispuesto de esa manera, hagamos lo que hagamos ya está determinado que así va a suceder. No habría avances científicos, ni científicos; estaríamos aún en la edad de piedra o donde cualquiera se pueda imaginar segun sus creencias.
La verdad es que es la respuesta más fácil que podemos dar a todo lo que no comprendamos (ahora). Si miramos a la historia, ya se juzgó a científicos de la talla de Galileo Galilei simplemente por buscar otras respuestas a las cosas que ya se daban por ciertas como la teoría heliocéntrica de la tierra. Hoy día las diferentes iglesias existentes cuestionan si la "máquina de Dios" -como llaman al colisionador de hadrones-, traspasa ese límite imaginario creado por ellos mismos y ofende sus principios y dogmas, pero la historia ya demostrará una vez mas que nuestra ignorancia es inmensa y que en virtud de ella lo más fácil es decir que es obra de Dios, como dijera Newton en sus últimos días: "No sé cómo puedo ser visto por el mundo, pero en mi opinión, me he comportado como un niño que juega al borde del mar, y que se divierte buscando de vez en cuando una piedra más pulida y una concha más bonita de lo normal, mientras que el gran océano de la verdad se exponía ante mí completamente desconocido."