Su primera película vio la luz en un corto británico de 1903 dirigido por el binomio Cecil M. Hepworth y Percy Stow. Y es que como ya dijimos, el Séptimo Arte ha hecho suyo el mundo de Alicia desde comienzos del Siglo XX, primero en producciones mudas, y desde 1931 con la ayuda del sonido. Después de algunos otros films, en 1951 llegaría la que es hasta ahora la más conocida de sus versiones: la producida y supervisada por el gran Walt Disney.
Pero el de Disney no ha sido el único largometraje animado que tiene a Alicia como protagonista. Tanto antes como después han habido otras adaptaciones en este género, con muy buenos resultados sobre todo en el campo del stop motion combinado con seres humanos. Además, Japón produjo en los 80’s, con mucha acogida, una divertida serie de 52 episodios con todo el estilo y la calidad del Anime llamada Fushigi no kuni no Alice.
Ya en años más recientes, se han seguido estrenando adaptaciones de esta célebre obra. Entre ellas resalta nítidamente el film para televisión distribuido por Hallmark Entertainment y ganador de cuatro premios Emmy, el cual contó con buenos efectos especiales y, una vez más, con un elenco de lujo.
Y ahora, es turno de uno de nuestros directores favoritos: el genial Tim Burton, a quien esta historia llena de demenciales personajes y fantásticas aventuras le cae como anillo al dedo. Por supuesto, Burton nos plantea una interpretación más oscura, alucinante y adulta, que pretende ser la definitiva, así que ya no podemos esperar ni un minuto para sumergirnos una vez más en este fascinante país de maravillas.