CHRYSLER, EL CONQUISTADOR
Tal vez tan aventurero y osado como Hernando de Soto, Walter Percy Chrysler se propuso acaparar nuevos nichos de mercado para su negocio de fabricación de vehículos. Chrysler podía haber seguido fabricando sus vehículos sin embarcarse en ninguna otra aventura, pero en lugar de eso concibió una segunda marca con la que acceder a nuevos segmentos de clientela.
En tan solo cuatro años, Chrysler se demostró como una reputada personalidad en el sector, hasta el punto de ser contratado por la Buick Motor Company como jefe de producción en su planta de Flint en Michigan. Allí consiguió el logro de aumentar la capacidad de producción de 45 a 600 coches diarios, junto a otras proezas que le valieron para ser nombrado Presidente de Buick en 1916. Todos estos éxitos consecutivos impulsaron a Chrysler a independizarse y crear su propia marca el 6 de junio de 1925, comprando acciones de la Maxwell Motor Company hasta lograr ser el accionista mayoritario, posicionándose acto seguido como el tercer fabricante americano.
Quizás viese en el descubridor español un ejemplo a seguir o tal vez un reflejo de si mismo. De cualquier manera, ignorando la poca chance de su aventura, Chrysler elegió a Hernando de Soto para nombrar su gama media de automóviles. Curiosamente, ambos personajes tienen en común la ambición por experimentar y descubrir a lo largo de sus vidas, uno en el siglo XVI conquistando para España tierras en el nuevo mundo y otro en el siglo XX conquistando mercados y clientelas vírgenes hasta esa fecha. Con este elemento en común, un 4 de agosto de 1928 nacía la marca DeSoto.
La compañía no fue presentada en sociedad hasta el año siguiente, con el modelo “Premier Six” de 1929. Chrysler quería competir con su eterno rival General Motors en el segmento de la gama media. Sin embargo, poco después de la introducción en el mercado de la nueva marca, Chrysler se hizo con la Dodge Brothers, dando a la compañía dos marcas de precio medio. Si la transacción se hubiese completado antes, posiblemente DeSoto no habría rodado.
Inicialmente, la estrategia de dos marcas compitiendo por el mismo segmento de mercado fue relativamente exitosa, con los DeSoto algo más baratos que los modelos de Dodge. A pesar de la dura recesión de aquellos días, las ventas de DeSoto tuvieron una respetable acogida, llegando a superar a Dogde en alrededor de 25.000 unidades en 1932. De hecho, en su arranque de 1929 DeSoto rompió el récord establecido para el primer año de ventas, con 81.065 vehículos vendidos, un record imbatido hasta 1960 por el mítico Ford “Falcon”.
Además de un precio tentador, aquellos primeros DeSoto incluían ventajas tecnológicas ausentes u opcionales en la competencia, como el limpiaparabrisas estándar automático, llaves especiales de contacto, novedosas luces de freno y una completa instrumentación entre otras muchas cosas. Para hacer más atractiva la gama, se ofrecieron 7 modelos diferentes con ostentosos nombres. Al modelo de dos plazas lo llamaron “Dos Plazas Español”, al sedán “Sedán de Lujo”, e incluso el modelo básico de dos puertas le otorgaron la distinguida denominación de “Business Coupe”.
La Corporación Chrysler en general y de la división DeSoto en particular aguantaron bien el envite de la Gran Depresión, desarrollando nuevos productos que identificaron la marca como un referente de fiabilidad y hasta de aventura, al alcance del bolsillo. Mediante la realización de espectaculares pruebas de velocidad y resistencia, DeSoto mantuvo al público pendiente de sus hazañas y prestaciones. En 1932, el piloto de coches de carreras Peter De Palo cruzó en diez días los Estados Unidos a bordo de un DeSoto. Cuando concluyó su viaje, De Palo al volante de su DeSoto se dirigió al hipódromo y realizó 300 millas más de recorrido a velocidades cercanas a las 80 millas por hora.
No fue la única gesta de los conquistadores. En 1933, la compañía DeSoto reclutó a otro piloto de coches de carreras, Harry Hartz, para el sorprendente reto de conducir un DeSoto marcha atrás a través del país. Hartz pilotó el coche por todo el continente observando el camino a través de un gran retrovisor.
Aunque nadie lo supo en su día, el viaje de Hartz fue la primera prueba en público de algunos experimentos desarrollados en secreto por los laboratorios de Chrysler.
Aquellos experimentos cambiarían el mundo de la automoción, y seguidamente, nuevos conocimientos aerodinámicos fueron aplicados en el DeSoto “Airflow” de 1934. Además ganaron en estabilidad, comodidad, habitabilidad e incluso en resistencia de su carrocería. En los años 30 los DeSoto estaban realmente adelantados a su tiempo.Walter Percy Chrysler anunció su retirada en 1935, manteniéndose como Presidente del Consejo de Administración de la compañía hasta el día de su muerte a los 65 años de edad, en 1945, tras una vida dedicada al automóvil. En su historia, Chrysler daría a la compañía dos marcas de precio medio (Dodge y DeSoto) y tres de prestigio como Chrysler, Plymouth e Imperial. Los DeSoto se encontraban en el ecuador de su existencia, enfrentados al permanente reto de la renovación.
Tras una gran trayectoria con la promesa de descubrir un magnífico futuro, la marca del conquistador conoció un abrupto final, como el mismo
Hernando de Soto en el Mississippi. Pero esa será nuestra próxima historia...Fuentes:http://www.motor2000.net/entrada.php?E=75
http://www.autopasion18.com/HISTORIA-DE%20SOTO.htm