No se puede negar que fue la aerolínea hispana más importante del plantea, consiguiendo un puesto destacado entre las grandes del mundo. Su crecimiento estuvo ligado al auge del turismo y a la consolidación económica del país. De ser una empresa de titularidad estatal, controlada por el antiguo Instituto Nacional de Industria, pasó a cotizar en bolsa en 2001, culminando así un proceso de privatización que no fue efectivo hasta que el Gobierno derogó, en 2005, tras ultimátum de la Comisión Europea, el sistema de control y blindaje que se reservaba sobre algunas empresas privatizadas, conocido como “acción de oro”. Había comenzado a desteñirse la bandera española.
Mucho antes, Iberiahabía decidido sumarse a la alianza Oneworld, junto con British Airways y American Airlines, para compartir sinergias empresariales y estrategias comerciales, y constituir uno de los grupos más potentes del mercado aeronáutico mundial, donde la competencia es feroz.
Es evidente que la marca España ya no dispone de la bandera de Iberia. Como en las fusiones bancarias, al final prevalece el más grande y poderoso, como el Santander, que ha ido eliminando cuántos bancos ha absorbido en sus múltiples fusiones: elCentral, el Hispano y, próximamente, el Banesto, etc. Controlada por los británicos, IAG parece favorecer a la compañía inglesa en detrimento de la española, que lentamente reduce su cuota de mercado en favor de aquella. Y lo que era una compañía que blandía los colores patrios por los cielos del mundo, ha devenido en una empresa privada que está siendo deglutida por otra que busca así aumentar su tamaño y su capacidad para continuar en el negocio del transporte aéreo de pasajeros y mercancías.