A pesar de que el recall ya ha sido efectuado con éxito en Corea del Sur, en otras partes del mundo no está ocurriendo lo mismo, lo que convierte a cada Galaxy Note 7 vendido en una bomba de tiempo. Hace unos días, un Note 7 reemplazado (o Secure Edition) ardió en llamas dentro de un avión Boeing 737 mientras abordaba, lo que lógicamente causó que el vuelo se cancelara. Y esto fue la gota que rebalsó el vaso. Las autoridades federales estadounidenses están investigando el incidente, y el caso definitivamente no va acabar nada bien para Samsung.
La respuesta de Samsung
Los problemas no están ni tan siquiera cerca de acabar, y lejos de tratarse de casos aislados, ocurre que los nuevos Galaxy Note 7 de reemplazo que han sido declarados y etiquetados como 'seguros' también están ardiendo. Queremos creer que Samsung tiene todo bajo control, pero el reporte reciente de un Note 7 reemplazado explotando en Taiwán mientras su dueño paseaba a su perro y el de otro explotando en manos de una niña de 13 años en Minnesota deja por los suelos toda esperanza de solución para el recientemente lanzado Galaxy Note 7.
Según nos comenta la gente de Android Central quienes se han puesto en contacto con los consumidores, son muchas las personas quienes aseguran no volver a comprar más un teléfono fabricado por Samsung. Y ya te lo puedes imaginar, el iPhone 7 es quien más se ha beneficiado con esto, y sí: se está vendiendo como churros.
¿Qué procede?
El daño ya está hecho, y lo segundo mejor que puede hacer la gente de Samsung es aceptar genuinamente que se equivocaron y pedir disculpas sin dar excusas baratas. Lo único que podemos decirte, si aún pensabas comprar un Galaxy Note 7, es que no lo hagas, y busca otros terminales.