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MÚSICA
La Marchenera de Carlos Álvarez
Publicado el 31 mayo 2016 por
Pablosiana
@pablosiana
Lunes 30 de mayo
, 20:00 horas
. Teatro Campoamor, Oviedo. Zarzuela: XXIII Festival de Teatro Lírico Español:
La Marchenera
(
música de
F. Moreno Torroba
, libreto de
Ricardo González Toro
y
Fernando Luque
), producción del Teatro de la Zarzuela. Equipo artístico: dirección musical de
Miguel Ángel Gómez Martínez
al frente de la
Oviedo Filarmonía
, coro
Capilla Polifónica "Ciudad de Oviedo"
; dirección de escena y dramaturgia:
Javier de Dios
; iluminador:
David J. Díaz
. Entrada butaca:
38,50€ + 1 € de gestión
(aunque Liberbank no actualiza los cajeros obligándonos a pasar por taquilla).
©Foto Archivo histórico de la
SGAE
Primera función de las tres programadas para este
penúltimo título del festival de zarzuela ovetense
con una producción de "la casa madre" bien resuelta por
Javier de Dios
, que reescribe todo el texto teatral, al contar con dos excelentes actores como
Fernando Sansegundo
como Blas Cantero el empresario, y
David Ávila
como el libretista Serafín Bravo, los verdaderos protagonistas por el enorme trabajo en conseguir explicarnos a la perfección
un libreto algo caótico y endeble
que van (re)creando para que la música del gran
Moreno Torroba
lo salve y sirva de actualización con unos recursos en escena básicos que funcionan a la perfección: salvo los actores vestidos según la moda de 1928 en que se estrena
La Marchenera
, el resto del elenco lo está de fiesta, con trajes negros y fracs siempre elegantes, una iluminación y teloncillos en su sitio para la sucesión de números, y sobre todo un enorme despligue de cantantes mal llamados secundarios por el distinto peso y protagonismo, incluyendo varios solistas del propio coro hoy coprotagonistas, que darían distinto juego, aunque fuese la presencia del barítono
Carlos Álvarez
como Conde Hinojares más el tenor
Sergio Escobar
en el rol de Don Félix, perfectos "reclamos" vocales en sus papeles protagonistas, sin desmerecer a las sopranos
Rocío Ignacio
como Valentina (el único toque verde azabache dentro de la sobriedad global en blanco y negro) y
Susana Cordón
como Paloma (aunque sea más papel de mezzo).
Quiero comenzar felicitando a la
Oviedo Filarmonía
que volvió a dejar el foso pequeño por el derroche y calidad demostrados en los dieciséis números, especialmente en el preludio del tercer acto, con un maestro de prestigio como
Miguel Ángel Gómez Martínez
quien defendió con solvencia y
conocimiento
esta partitura llena de momentos muy variados, de la alta tensión a lo más popular, todos respetando el escenario para hacer llevaderas y acertadas las intervenciones de los cantantes.
La
Capilla Polifónica
es el coro oficial del festival y las tablas unidas al trabajo de una formación joven y preparada son un seguro para sus apariciones. En
La Marchenera
son parte importante de la obra, esta vez sentados pero con una presencia vocal enorme, salvo el último acto, llenos de matices y energía bien medida en los fuertes con todas las cuerdas bien equilibradas, afinadas y empastadas. Los solistas aportados al enorme reparto son de agradecer por ese "paso adelante" que supone tener sus papeles, destacando especialmente
Yolanda Secades
como Jeroma, convincente vocal y escénicamente.
Y de las once voces del reparto,
al igual que en Madrid
triunfó
Carlos Álvarez
, pletórico conde, recuperado felizmente para llenar escena y aportar el grado de calidad a esta zarzuela, profesionalidad y buen gusto siempre, ya demostrado en la temporada de ópera. También volvía
Sergio Escobar
, esta vez Félix Samaniego sin problemas vocales como en
el Ismael de
Nabucco
, potente y con derroche de volumen que le hace perder musicalidad en los finales de unas páginas bien escritas para tenor, especialmente los pianísimos que brillaron por su ausencia, aunque el ímpetu orquestal también tuvo parte de culpa.
Foto © Facebook Capilla Polifónica "Ciudad de Oviedo"
Mejor la Valentina de
Rocío Ignacio
, que no se salió por
peteneras
sino que la cantó convencida y con excelente emisión para un color bonito como su vestido. La Paloma de
Susana Cordón
voló de forma irregular, con un registro grave casi inaudible que intentó compensar con unos agudos sin medida, problemas de tesitura para este papel ingrato de cantar, muy distinto de su anterior
visita mozartiana
.
De los llamados secundarios volvía el "asturiano de adopción"
Francisco Sánchez
como Cárdenas tras su anterior Concordio terrible, breve pero seguro, esperando escucharle en papeles con más empaque, pues cualidades y calidad tiene. La soprano toledana
Hevila Cardeña
fue una Teravilla que se ganó al público, algo corta de emisión pero con gracejo escénico, al igual que el Orentino de
Gabriel Blanco
, "dibujados" como dúo cómico que no vocales, en un dúo algo gritado en su final, al igual que el breve Don Miguelito de
Lorenzo Moncloa
.
Foto © Facebook Capilla Polifónica "Ciudad de Oviedo"
No me gustó la breve intervención de la cantaora
Sara Salado
como la Gitana de los Buñuelos al estar amplificada solamente al final ante el poderío del foso, aunque seguramente con una guitarra española y en los palos adecuados su voz luzca mucho más que en esta zarzuela. Una buena técnica vocal no necesita micrófonos, como así demostraron el resto (me pareció
Sansegundo
en su intervención con la orquesta en
tutti
algo ayudado, pero puntualmente), pero reconozco que acostumbrados a los trucos en las grabaciones el directo "desmerece" al hacer desvanecerse las voces que no proyectan correctamente.
Con todo
Moreno Torroba
siempre deja momentos musicales únicos como el dúo de arpa y violín, conocedor de la orquestación aunque
La Marchenera
resulte densa para algunas voces
salvo un
Carlos Álvarez
que vuelve a ser el de siempre, como
Gómez Martínez
, la
OFil
y nuestra "Polifónica".