Como una mariposa que llega suave y se posa, es la vida que pronto levanta el vuelo. Y no deja poso aroma ni deseo ni sabor o sombra de verso o prosa,
cuando se inclina oblicuo el astro bello
muy por detrás de la blanca aurora...
Ni aire deja tras de sí el cadáver que del todo ya se ha olvidado,tal que licor y aroma y sabor disueltosen el vino nuevo y cálido.
Y retroceder tras el rastro de lo olvidado ya no es posible; tarea en su caso sólo encomendada a locos aulladores de lunas rosasencaramados a las tapias derruidas de la vencida historia...