La mariposa aventurera
Había una vez una pequeña mariposa llamada Lila, quien estaba cansada de pasar sus días en el mismo jardín de flores. Ella quería explorar el mundo y vivir grandes aventuras, así que decidió salir en busca de emociones y diversión.
Volando libremente, Lila se encontró con muchas criaturas nuevas, como abejas trabajadoras, hormigas diligentes y arañas tejedoras. También vio hermosos paisajes, ríos y montañas, y se maravilló con la vasta diversidad del mundo natural.
Después de algunos días de aventura, Lila se dio cuenta de que había volado muy lejos y no sabía cómo volver a casa. Con el corazón triste y la esperanza en su corazón, continuó volando, esperando encontrar algo familiar.
Un día, mientras descansaba en una flor, una amable mariposa se acercó y le preguntó a Lila si necesitaba ayuda. Lila le explicó su situación y la amable mariposa le ofreció llevarla de regreso a su jardín de flores.
Al llegar a casa, Lila estaba muy agradecida por la amabilidad de la otra mariposa y por las aventuras que había vivido. Aprendió que, aunque es emocionante explorar nuevos lugares y conocer nuevas criaturas, también es importante tener un hogar al que regresar.
Desde entonces, Lila continuó aventurándose, pero siempre recordaba el camino de regreso a casa y se aseguraba de estar a salvo y de volver a tiempo. Y así, la pequeña mariposa aventurera vivió feliz y siempre recordando su hogar en el jardín de flores.