En esta singularísima escuela de periodismo no hacen falta profesores, ni clases, ni libros, ni práctica del oficio. Eso sí, el instantáneamente graduado deberá estar dispuesto a publicar o a que le publiquen con su nombre cualquier infundio que orienten los especialistas de la CIA en propaganda anticubana y no desarrollará iniciativas sin consulta previa, para que todo responda a una misma agenda de desestabilización.
El nuevo "periodista independiente", tutoreado por la CIA y patrocinado por organizaciones terroristas de Miami, no sólo se habrá convertido por arte de magia en profesional sino que saldrá de la SINA nada más y nada menos que como Director de una agencia de prensa internacional, como en el caso de la recién creada por Calixto Ramón Martínez con el nombre (¿simbólico?) mitad en inglés y mitad en español. Como será la agencia de un solo empleado -él mismo- no tendrá que dirigir a nadie. Tampoco tendrá que trabajar pues siempre alguna migaja le tocará del presupuesto norteamericano para la subversión en Cuba.
Pero al igual que en la obra del Dante los que cruzaban el umbral del infierno perdían toda esperanza, los que cruzan el umbral del edificio de la SINA pierden para siempre todo lo que es caro a un verdadero periodista: la credibilidad y, sobre todo, el respeto y la comunicación con el que, hasta el momento de la claudicación, pudo haber sido su pueblo.
Fuente: Facebook