La más grande partida de ajedrez (II/III)

Por Illegalreturn
PREVIA DE LA SUPER BOWL XLVINew York Giants versus New England Patriots
JUGADA 1. Bill Belichick mueve: Peón 4 Rey.
La apertura por excelencia, el ataque posicional ante todo, el vamos a por ellos!. Es en este estilo en el que Bill ha edificado todos sus proyectos. Forma parte no solo de su concepción de juego sino de la forma en la que transmite la idea de victoria a sus jugadores. En el extremo contrario, el plan de Tom Coughlin será sensiblemente diferente. Sabe que esta final debe ganarse desde la defensa y rematarse en ataque, así que el juego de pase de los Patriots debe ser suprimido o, cuando menos, limitado tanto como sea posible.
CLAVE
¿Será capaz la offensive line de proteger a Tom Brady o conseguiráel front four alterar el juego de pase de los Pats?
La importancia del quarterback de San Francisco es fundamental. En tal medida que no es de extrañar que se hable de la conexión Belichick-Brady como uno de los duetos más importantes de la historia de la NFL, a la altura de Walsh-Montana o Shula-Marino. Tom Brady es uno de esos mariscales de campo excepcionales que aparecen de vez en cuando en un deporte y lo revolucionan durante décadas. Por sí mismo puede ganar un partido -o un campeonato-, sin que el rival pueda hacer nada por evitarlo. Su ejecución en el pase, su lectura de las defensas contrarias, su habilidad para hallar siempre el receptor libre o incluso, su perícia en situar el ovoide en el lugar e instante indicado, a la distancia que sea menester, para que un compañero -aún en doble cobertura- sólo tenga que alargar los brazos y atrapar el pase es, simplemente, incomparable. En consecuencia, el signo del partido dependerá en un gran porcentaje del tiempo que Brady disponga para lanzar sus envios.
Por tanto, el primer objetivo de la defensiva de Tom Coughlin será el de dar caza al quarterback rival o, en su defecto, elevar tanto la presión sobre la línea de protección de Brady que éste se obligue a precipitarse en sus decisiones. Los Giants cuentan para ello con el front four más impresionante de los últimos años; una línea de cuatro individuos tan versátiles y potentes como efectivos en estas lides: Pierre-Paul, Joseph, Tuck y Umenyiora se alternarán en la trinchera, dispuestos a comprobar hasta qué punto los Solder, Vomer, Waters, Mankins y compañía resisten el envite.
CLAVE
¿Será suficiente la cobertura de la defensa para combatir eljuego de pase con el doble tight end de los Patriots

?
El juego de pase de los Patriots es simplemente deslumbrante. Hace alguna temporadas que Belichick revolucionó su roster con la incorporación de tal cantidad de jugadores que superaban cualquier sistema defensivo por saturación. Hablar del juego de ataque de los Patriots es hacerlo de la spread offense, un sistema en el cual el quarterback se sitúa en posición de shotgun -recurriendo si observan alguna debilidad al no huddle- y disponiendo de tres, cuatro o hasta cinco receptores. El objetivo es extender la defensa contraria a lo ancho y largo de su territorio y forzarla en la cobertura del juego de pase a corta, media o larga distancia con los Welker, Branch, Edelman o incluso a un Ochocinco a quien, a pesar de su anónima temporada, pueden bastarle cinco minutos para realizar su mayor gesta. Además, sus running backs han sido tocados por la barita mágica de Bill, convirtiéndose en piezas más del engranaje en labores de recepción; Danny Woodhead, son su velocidad y búsqueda de espacios, causó sensación la temporada anterior; Kevin Faulk, incluso BenJarvus Green-Ellis. Belichick hace del doble rol su arma más temible y así las jugadas de screen y handoffs son como cargas de profundidad lanzadas sobre cualquier defensa en cobertura. Y ante los blitz, no existe quarterback que sepa leerlos y destrozarlos con pases en el espacio que el linebacker deja a sus espaldas.
Por si todo ello fuera poco, a estas alturas de la temporada ya sabréis que en formaciones más compactas, Bill ha reactualizado la vieja concepción -intuía en aquellos Detroit Lions de los setenta-, de la utilización del doble tight end. En esta función, Rob Gronkovski y Aaron Hernandez han alcanzado un importantísimo peso específico en el ataque de New England. Con este planteamiento, los tight ends no sólo se emplean para resolver situaciones de poco yardaje sino que se suman al juego de pase aportando yardas de recepción, importantísimas yardas after catch y touchdowns. Con todo, solucionan muchos momentos de juego en las que el ataque pierde fuelle y entra en modo de alarma. Es un serio problema para cualquier rival que deba enfrentar a los New England Patriots. ¿Cuál puede ser la respuesta de los de New York?.
Coughlin cuenta, por un lado, con la tremenda labor de sus linebackers. En contadas ocasiones se incorporan a la línea para constituirse en front seven aunque, no dudan en hacerlo si huelen la sangre contraria. La inteligencia de Michael Boley va a ser fundamental en la lectura del ataque patriota. Él es la mente pensante de los G-men sobre el terreno de juego y pieza clave en funciones de cobertura del corazón del territorio neoyorkino. Acompañado por Blackburn, Jones, Williams y Kiwanuka, establecerán la segunda línea de defensa contra esos endiablados receptores. En los marcajes puros, los cornerbacks Corey Webster y Aaron Ross enfrentarán a receptores consagrados. Estoy seguro de que harán de la presión y el choque -legal en las primeras cinco yardas-, una herramienta con la que intentar desestabilizar las rutas rivales.
Pero sin duda una de las claves de la defensa en la cobertura residirá en la forma en la que los safetys actúen, principalmente frente a esa arma de doble filo patriota que será el doble tight end. Durante todo el partido, Giants y Patriots se enfrascarán en pequeñas batallas tácticas que merecerán, no lo dudéis, el visionado posterior del partido a cámara lenta. Si el Free Safety y el Strong Safety acuden en auxilio de los linebackers en la cobertura doble de los tight ends, desprotegerán su jardín trasero que quedará expuesto al uno contra uno en el emparejamiento de receptores y cornerbacks. Si mantienen la posición, la lucha individual se decidirá entre linebackers y tight ends y, en esa situación, una presión excesiva por parte de los primeros posibilitaría recepciones profundas de Gronko & Hernandez; por el contrario, un marcaje demasiado permisivo puede significar el desarrollo de un avance lento pero imparable. Vayamos a un tercer supuesto: si esos safetys acuden a la doble cobertura contra los wide receivers de los Patriots, de nuevo se abrirá la brecha central. Bill moverá sus piezas pensando en aquella cita según la cual "si te cubres la cabeza, te destapas los pies".
CONTRAMEDIDAS
¿Introducir el juego de carrera como un virus que destruya
la Cover de los Giants

?
Entonces, ¿cómo anticiparse al rival y explotar sus debilidades?. La contrajugada de Belichick ante una cobertura total puede plantearse desde diferentes posiciones. Una de ellas pasa por explotar una faceta nada desarrollada por los de Boston aunque, esa podría ser una de las sorpresas tácticas de la final: el uso de los running backs en jugadas puras de handoff o screen para, salir desde atrás, ganar unas yardas preciosas y hacer entrar en crisis a todo el planteamiento de los de la Gran Manzana. La más probable -si la offensive line de los chicos de Bill da la talla-, pasaría por prolongar el tiempo de decisión de Brady, permitiendo los movimientos de los receptores en la creación de zonas "vacías" tras sus espaldas, a las que acudiría otro receptor con velocidad y astucia, de nuevo la cita obligada a ese estilete llamado Woodhead. No estamos hablando de cambiar la filosofía del ataque de los New England, sino de introducir un factor que obligue a cambiar el plan defensivo y, en ese preciso momento, asestar el golpe definitivo con el ataque que ya conocemos.
¿Y la opción de Coughlin ante tal alternativa?. Es lo maravilloso del mundo del ajedrez, cuanto más uno avanza, más lejos desea llegar.