A través del siguiente artículo conocerá los detalles de la masonería; su historia, su modernidad, los objetivos que persiguen, los motivos de sus secretos y su vinculación al poder, entre otros temas. Entérese además acerca de las consecuencias que tiene reconocer ser masón, quienes financian la logia y el trabajo que se está haciendo a través de un grupo local. ¿Qué es la masonería? El 24 de junio de 2017 la masonería moderna va a cumplir tres siglos. Fue fundada en Londres, heredera de la antigua masonería del oficio, es decir; de los albañiles de la edad media y aquellos de antes aún, que quedaron dispersos como oficio después que desaparecieron por los años 500 del Imperio Romano. Esta masonería moderna que se funda en 1717, en un periodo muy particular de historia europea, tuvo dos propósitos bien delimitados; construir un hombre y una sociedad diferente. La idea fue hacer de cada uno de nosotros una mejor persona y construir la sociedad, dos objetivos que después de 300 años siguen siendo los mismos. De acuerdo a su relato existe una masonería antigua y una moderna. ¿Podría decirse que antes era vista como algo secreto y la modernidad la ha transformado en algo discreto? La masonería al plantearse construir al ser humano y a la sociedad puso algunos acentos. Construir el ser humano es una generalidad; en concreto se trataba de hacer de la persona algo mejor, pero además y fundamentalmente que esa persona fuera autónoma. Hoy día, en nuestro ambiente cultural, está aceptado para todos que una persona es autónoma. No era tan así en 1717, donde la gran mayoría de la gente eran siervos que no tenían derechos de ningún tipo, salvo los clérigos, los nobles y algunos comerciantes. Entonces construir la persona humana era darle conciencia de sus derechos, lo cual era muy importante para la época. En aquel momento existían monarquías fundamentalmente de derecho divino en Europa, regímenes despóticos, es decir. Junto con la autonomía del individuo, lo que viene al lado desde el punto de vista político es la democracia, régimen de derecho, y más tarde repúblicas, que es lo que propone la masonería de aquella época temprana. ¿Qué consecuencias tuvo la postura que tomaba la masonería en ese entonces? Hubo reacciones. Como le decía; la masonería moderna se crea en Londres en 1717, pocos años más tarde, en 1738 el Vaticano lanza un documento, un decreto por el cual se excomulga a los masones y se prohíbe a los católicos serlo. Ahí suceden dos cosas; por un lado los masones empiezan a ser mal vistos socialmente, y por otro comienzan a ser perseguidos. Esa es una primera historia del motivo por el cual los masones comienzan a ser secretos. ¿Y qué pasó en la modernidad con la masonería? Fue perseguida por el Comunismo, el Fascismo, el Nazismo, y el régimen franquista. Por eso hay ciertas razones para que la masonería sea o haya sido secreta. Actualmente en ninguno de los países Islámicos la masonería es libre, no funciona, no está permitida, salvo en Marruecos y Turquía, regiones más liberales que el resto. En Uruguay desde 1800 en adelante la masonería siempre fue legal. Pero más allá de la legalidad, siempre se los vio como un mundo cerrado ¿o no es así? Depende de lo que se entienda por cerrado. A todos no nos llegan las actas o los informes de las reuniones de los presidentes de los bancos, y ellos están tocando temas urticantes como son las finanzas, entonces son reuniones secretas, pero nadie dice nada al respecto ni se preguntan por qué esas reuniones no son públicas, pero de la masonería sí, ¿cuál es la diferencia?. ¿Quiénes asisten a las reuniones masónicas? Va gente de todas las categorías de la sociedad; empleados, jubilados, amas de casa, como también es posible que se encuentre un diputado, un senador, un intendente, un líder político o social de cualquier tipo. ¿De qué se habla en esas reuniones? Se exponen diferentes temas de la sociedad y el mundo. Pero teniendo en cuenta de que asisten diversos sectores de la sociedad ¿cómo se eligen esos temas? De manera absolutamente plural como vengan surgiendo y de acuerdo a las inquietudes que existan. ¿Por qué hay tanta reserva sobre quienes integran una logia? En las reuniones masónicas uno se puede expresar en libertad porque sabemos que existe el compromiso de que lo que expresamos allí no va a salir del grupo. Yo estoy autorizado a decir de mi pensamiento lo que quiero, pero si usted forma parte de las reuniones, no está autorizado hacerlo por mí a menos que yo lo autorice. Es parte del modus vivendis. Yo tengo la libertad como cualquier masón de poner en la puerta de mi casa un cartel que diga que lo soy, pero no tengo la libertad de decir que otro integrante lo es, forma parte de su privacidad. ¿Qué sucede si alguien viola esto? Puede ser sancionado, porque eso forma parte de la legalidad y el respeto que nos tenemos unos a otros. Si yo no quiero decir que soy masón, nadie tiene derecho a hacerlo ¿Hay consecuencias actualmente si alguien reconoce ser masón? Hay mucho prejuicio en la sociedad. Si bien las cosas han evolucionado con el tiempo, aún así la Iglesia Católica no ha levantado las clausulas en donde el católico que se hace masón es excomulgado. Si yo soy docente y estoy trabajando en un colegio católico y la dirección del mismo sabe que soy masón, tal vez las relaciones laborales puedan eventualmente cambiar. Sucede lo mismo si soy un comerciante y tengo un proveedor al cual no le gustan los masones, puedo tener inconvenientes. Por eso está dentro de la privacidad de cada uno el tema y tomar la decisión de decirlo o no. ¿Por qué el mundo masónico es relacionado con el poder? Tal vez por un tema histórico. Si hablamos de la revolución norteamericana, quienes la hicieron o una buena parte de ellos, como Washington y Franklin, personajes importantes estos, eran masones. Si hablamos de los luchadores por la Independencia latinoamericana, Bolívar, Miranda, San Martín y Belgrano eran masones, y la lista puede seguir. La mayoría o una buena parte de los firmantes de nuestra constitución de 1830 eran también miembros de la institución, como así también algunos de nuestros presidentes. Esto puede hacer que alguna gente piense que la masonería está vinculada al poder, pero es parte aparente del tema, porque los masones tienen gente en todos los sectores de la sociedad. ¿Qué aprende una persona que se transforma en masón? Por ejemplo, aprendemos una cosa muy simple que es escuchar. Si se reúne una logia masónica y usted está hablando; si yo lo interrumpo el presidente de esa reunión me advierte sobre ello porque no lo debo hacer. Si la interrupción continúa hasta llegar a una tercera vez, el presidente me hace salir de la reunión y yo tengo que acatarlo si no me echan. No se puede interrumpir a nadie cuando está hablando, aunque no nos guste lo que esté diciendo, de la misma manera que no me pueden interrumpir a mi cuando me toque hablar. También tenemos que dirigirnos hacia los demás de forma respetuosa y siempre hablándole al presidente de la reunión, es igual que en los sistemas parlamentarios, el cual fue inventado por los masones. ¿Qué se logra con todo esto? Que uno de a poco aprenda a escuchar y algo muy importante como lo es contener las pasiones. Las pasiones se desatan cuando alguien dice algo que nos molesta, pero en nuestras reuniones aprendemos a que esto no suceda, esperando nuestro turno, ordenando el pensamiento y la sensibilidad, y cuando me toca hablar hacerlo de forma correcta, decir lo que tengo que decir de manera bien expresada. Todo esto, de a poco, con años de trabajo va forjando una persona diferente. Nosotros practicamos oratoria, se ejercita la escritura, se estudia sobre diversos temas. Yendo a una logia masónica uno encuentra gente de diferente edad, hombres y mujeres de diferentes profesiones de quienes uno se nutre. Alguien que pasa por allí con el tiempo se convierte en una persona más flexible, que sabe expresarse, escribir y con una visión que le permite entender el mundo de forma plural. ¿Cuánto de espiritual y cuánto de terrenal tiene el mundo masónico? El ambiente masónico tiene tres maneras de avanzar. La forma más espiritual o privada del interior de la persona es la que nosotros llamamos la vía simbólica; el símbolo es una imagen sensible que no tiene una definición inmediata. Como la palabra lo dice, nosotros los masones somos descendientes de los oficios de albañiles, entonces nuestros símbolos son los de la construcción. Vamos a tomar como ejemplo la escuadra y el compás; la primera sirve para medir ángulos y cuadraturas, el segundo círculos. Esto que se utiliza desde la escuela, uno no le da más valor que el del dibujo, sin embargo para el masón que trabaja el símbolo como un elemento de proyección más trascendente, la escuadra puede significar la rectitud personal. El compás puede asemejarse por ejemplo a la bóveda celeste, que es lo que uno ve cuando mira al cielo. El círculo podrían ser nuestros ideales elevados, nuestros mejores deseos para la humanidad, representado por el compás. Esta es solo una interpretación, ya que para nosotros no hay un pensamiento único, sino que trabajamos sobre un pensamiento plural. La segunda vía es la intelectual; no significa que los masones seamos una sucursal de la facultad, pero hay cosas que pretendemos del estudio. Usted y yo somos una historia desde que nacemos hasta el momento presente, la cual está compuesta de nuestra casa familiar, del barrio donde vivimos, de la escuela a la cual fuimos, de los amigos, de nuestro entorno, en fin, de las diferentes experiencias de vida. Todo eso ha concluido en que nosotros tenemos una forma de mirar el mundo a partir de esa experiencia. En masonería decimos que está bien, pero no quiere decir que sea la única forma de ver el mundo, por lo tanto, hay que estudiar y complejizar el pensamiento, incorporando nuevos elementos para ver el mundo de una forma más amplia. No puede haber masonería sin pensamiento crítico. La tercera vía es importante también y está en relación con estas dos; la actividad cívica. El masón es una persona que está en el mundo y eso implica que esté en la sociedad; en un club de ayuda mutua, asociaciones de cualquier tipo, hacer política o sindicalismo, es decir, cualquier actividad que esté en la sociedad y que sirva para su progreso. ¿Cómo se financia una logia masónica? Como cualquier otra institución, la nuestra se mantiene a través de una cuota que pagan sus integrantes. Lo que no se aceptan son subvenciones ni del estado ni de empresas, porque si fuera así podría existir un eventual gancho de dependencia y para que nuestra institución sea de los miembros, cada uno de ellos paga su cuota. ¿Cuál es el objetivo de su visita a Carmelo? Estamos en un desarrollo incipiente en Carmelo. La masonería es una vieja institución que tiene diferentes maneras de expresarse, por ejemplo; la masonería más tradicional de nuestro país es esencialmente masculina, mientras que la más nueva como es nuestro caso, está más adaptada a estos tiempos, motivo por el cual ha abierto las puertas a la mujer. Aquí en Carmelo estamos promocionando un taller, siendo así como denominamos a nuestros grupos de trabajo. El que se está desarrollando aquí es llamado Janus, como el Dios que tiene dos caras; una vieja mirando al pasado y una joven que mira al porvenir, a la proyección, y ese es el nombre del taller de Carmelo. ¿Cuándo comienza el grupo a trabajar aquí? Ya lo está haciendo. No se trata de grandes cosas, sino que un grupo de gente trabaje masónicamente.
¿Cada cuánto tiempo se llevarán a cabo las reuniones? Eso depende de cada taller masónico y de sus propias características; a veces se hace una vez por semana, pero por lo general se hacen cada 15 días. ¿Aquí ya tienen lugar físico donde trabajará la logia? Sí, ya está todo en Carmelo, pero no es público, motivo por el cual todavía no se puede dar a conocer. ¿Ese grupo está dispuesto a recibir nuevos integrantes? Totalmente, no hay ningún problema con eso. La incorporación generalmente se hace por dos vías. Una es a través de un masón que considere que alguien es una buena persona, estudiosa, que se interesa por el mundo y que puede ser un buen candidato si está de acuerdo. La otra es que alguien se interese por la masonería y quiera tener contacto con el grupo; para eso debe comunicarse a través de gofmu@gofmu.org. (Gran Oriente Francmasonería del Uruguay) Luego de un primer contacto hay que ver si la persona tiene el perfil adecuado o no para formar parte del mismo.