¿Cómo ves la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo? Mateo 7, 1-5
1. Antecedentes
El original de este documento se titula Las mistificaciones en auge: "La Cadena de Unión" des(en)mascarada. Fue publicado en el Boletín Oficial del Supremo Consejo Grado 33 y Gran Oriente para la República Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Año LVII, Buenos Aires, julio de 1917 E.´. V.´., Nº 43.
La sede de esta Obediencia y del Supremo Consejo se hallaba en la calle Mitre 2520. En aquella época contaban con 75 Logias (1), 12 cuerpos de altos grados y 1600 hermanos. Mantenía relaciones oficiales con más de 40 Potencias Masónicas Europeas y Americanas. La ya mencionada revista "La Cadena de Unión" (2), por otro lado, era el órgano oficial de los masones de la calle Cangallo 1242 (actualmente Presidente Perón) que declaraban, en la misma fecha, 64 Logias. Hoy es la sede de una Potencia creada en 1957, la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.
Cabe acotar que la historia masónica argentina de las primeras tres décadas del siglo XX estuvo signada por la multiplicidad de Obediencias, la desunión y las pugnas internas. Voy a disentir con Emilio Corbière cuando sostiene que estas divisiones institucionales no eran más que simples "desgajamientos" de una rama principal.
En 1859, dice Corbière (3), existían en el país 900 masones y, en 1906, 2500. Las cifras ya citadas lo explican todo, o por lo menos indican que estas crisis no fueron pequeñas. Entre 1902 y 1916-17 existió también el Gran Oriente Argentino del Rito Azul y en poco tiempo surgieron el Gran Oriente del Rito Confederado (4) y el Gran Oriente Nacional del Rito Argentino.
Señala Corbiére que en esa época la Gran Logia de la calle Cangallo (cuyo edificio fue inaugurado en 1872) tenía 103 Logias y, en 1910, los registros oscilan entre 146 y 156 Logias regulares y 21 extranjeras, sin contar las Logias consideradas irregulares, ya fueran independientes o jurisdiccionadas a otras Obediencias o que practicaban distintos Ritos.
También revistieron importancia la Gran Logia Provincial de Santa Fe (que aglutinaba distintos Ritos y hasta algunas mujeres) y, sobre todo, la Gran Logia Nacional Argentina, entre cuyos Talleres se contaban algunos muy importantes como Piedad y Unión de Córdoba, Confraternidad Argentina Nº 2 (5), Hijos del Trabajo y la siempre disidente 7 de Junio de 1891 que en pocos años será una de las animadoras del G.O.F.A. junto a uno de sus miembros más notables, el que fuera legislador socialista e intendente de Mar del Plata, Teodoro Bronzini. Esta última Gran Logia convocará, en 1926, una Asamblea Constituyente para dictar una nueva Constitución a la cual acudirán invitadas Logias del Gran Oriente Español en suelo nacional. (6)
Corbière menciona, con fecha de 1927, la existencia de un pacto de unión entre la Gran Logia Nacional Argentina y la Gran Logia de la calle Cangallo. Lo cierto es que la fusión entre las dos Potencias se produjo recién en 1932, sumándose las Logias españolas que funcionaban bajo el nombre de Gran Logia Filial Hispano Argentina del Gran Oriente Español. Quedaba así constituida la nueva Obediencia, llamada Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y se reformó la Carta Magna. La Masonería regular (denominada de esta manera por seguir los parámetros impuestos por la Gran Logia Unida de Inglaterra) quedaba conformada por 101 Logias, 7 cámaras superiores o de altos grados y un Supremo Consejo. Por su lado, la Masonería inglesa tenía 24 Logias.(7)
Como ya cité entre las notas de principio de este texto, la unidad durará muy poco, apenas para festejar las bodas de diamante y creación del primer Gran Oriente en 1857- 58, con carta patente otorgada por los hermanos uruguayos. En 1935 nacerá el Gran Oriente Federal Argentino - G.O.F.A. Pero esta es otra etapa y otra historia.
2. La guerra de los Supremos Consejos
Dentro de este panorama muy confuso en la actividad masónica de la época, el documento que voy a presentar se encuadra en el contexto de una crisis acaecida a partir de 1912 y que se prolongó durante varios años. Un período en el que llegaron a coexistir tres Supremos Consejos, varios Grandes Orientes y una situación complicada para el contralor administrativo de estos cuerpos masónicos.
En 1912, en el seno del tronco histórico de la Masonería de Cangallo, Juan Angel Golfarini es elegido Gran Comendador del Supremo Consejo, quedando desplazados varios masones de relevancia como Agustín Alvarez, Juan Balestra, Pablo Barrenechea y Alejandro Sorondo, entre otros. Este grupo decide apartarse y crear un nuevo Consejo. En 1914 se produce otro quiebre y surge, en disidencia con los organismos que le precedieron, el Supremo Consejo Grado 33 y Gran Oriente para la República Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado apoyado por poco más de 40 Logias. Al terminar su mandato en la Gran Maestría (1914-1917) de este Gran Oriente, decía Francisco Gicca (8):
"Termino el período y declaro bien alto que nuestra Orden ha mantenido su lema y lo mantendrá; no ha unificado la Gran Comendaduría con la Gran Maestría, ni admite reelecciones".
"Este Oriente cuenta con el doble de Talleres de los titulados Oriente de Cangallo 1242, Chile 1038, y Rito Azul y Confederado juntos".
"Nuestro Supremo Consejo recibió (...) una invitación del Gran Oriente y de la Gran Logia de Francia, Rito Escocés Antiguo y Aceptado para concurrir al Congreso Masónico de las Potencias Aliadas y Neutrales a realizarse en París (...)".
"Asimismo nuestro Supremo Consejo recibió un pedido del Supremo Consejo de Suiza, solicitándole el envío de un juego completo de nuestros Rituales Simbólicos y Dogmáticos para ser estudiados y sometidos a la consideración del Convento de las Potencias Masónicas Confederadas que deberá realizarse (...) en Lausana".
"Me place dejar constancia que en el Congreso Internacional Masónico que se realiza en París (...), el único Supremo Consejo reconocido para la República Argentina y con tres representantes es el nuestro".
"En cuanto a Italia, obra en nuestro poder un precioso documento fechado en el Gran Oriente de Roma -15 de mayo próximo pasado- donde se nos dice que ese alto cuerpo no ha querido hasta ahora volver a tener relación con el Gran Oriente Argentino (Cangallo 1242), por la forma en que está constituido -vale decir, Supremo Consejo, Gran Oriente y Gran Logia- que es todo un solo cuerpo sustancialmente". "El Gran Oriente de aquella Nación -que aprecia muho su independencia- no ha querido hasta ahora tener relaciones con el Gran Oriente Argentino por ser una sola cosa con el Supremo Consejo (...)".
"En cuanto a Portugal en el próximo Boletín aparecerán todos los documentos que el Supremo Consejo y Gran Oriente Lusitano Unido envía a todos los Supremos Consejos del mundo desmintiendo a Cangallo 1242 y a su órgano oficial "La Cadena de Unión"".
De la correspondencia recibida en el Gran Oriente de la calle Mitre, pueden citarse la enviada por el IL.´. y Pod.´. her.´. Sebastián de Magalhaes Lima que presidía el Supremo Consejo del Grande Oriente Lusitano Unido:
"El Supremo Consejo que tengo la honra de presidir, resolvió no mantener las más leves relaciones con el Supremo Consejo que preside el her.´. Dr. Juan Angel Golfarini de la calle Cangallo 1242, quedando así satisfecho vuestro pedido a este respecto".
Y desde el Supremo Consejo del Gr.´. 33 de Suiza:
"Or.´. de Lausana, 28 de octubre de 1916.
Al IL.´. y Pod.´. her.´. Vicente Biagini:
Aconsejándonos remitir todos los antecedentes del proceso incoado contra los expulsados de Cangallo 1242, al Supremo Consejo Madre de la Jurisdicción Sur de los EE. UU. (Boston), a fin de que pueda ser oficialmente estudiado en el próximo Congreso Internacional Masónico que probablemente se realizará en Lausana en 1918.
Firmado: Doctor A. Wellauer, 33 .´. Gr.´. Canc.´. Secret.´. Gen.´."
El trasfondo estaba dado por acusaciones en casos de corrupción y de algunos hechos puntuales como el expresado en el siguiente documento.
3. Manifiesto. A todos los masones Regulares del Universo (9)
"La revista "La Cadena de Unión" de la República Argentina, en su Nº del 15 de noviembre de 1916, acordose de envolver mi humilde nombre en sus cuestiones, lo que lamento, como lamento ver la forma como aquella revista, -que se dice masónica-, se permite apreciar el carácter de los masones que no conoce, no trepidando en descender hasta el insulto y al alevoso ataque de práctica entre criminales.
Si vengo a refutar las diatribas allí contenidas, es para no dejar el campo libre a la calumnia, y no para responder a un articulista que a más de salirse del campo trazado por los deberes de la cortesía, se encubre también con la máscara del anonimato.
En estas condiciones necesito hacer una reseña de los hechos:
El Supremo Consejo del Rito Escocés de la República Argentina, dividióse en dos grupos, uno de los cuales, el presidido por el IL.´. h.´. Gicca, participó el hecho al Gr.´. Or.´. Lusitano Unido, prometiendo enviar un relato detallado de las acusaciones que hacía al grupo adversario y pedía a nuestro Sap.´. Gr.´. Maestre Doctor Sebastián de Magalhaes Lima, no solo abogar por su causa ante algunas Potencias que indicaba, sino que también suspender relaciones con el grupo presidido por el IL.´. her.´. Golfarini.
El Sap.´. Gr.´. Maestre Doctor Magalhaes Lima respondió que aguardaba el recibo del relato detallado de todas las acusaciones formuladas que de cierto le habilitarían a una defensa concienzuda de la causa, y que, hasta el recibimiento del relato, el Sup.´. Consejo de su presidencia no entablaría las más leves relaciones con el otro grupo.
Como se ve, nuestro Sap.´. Gr.´. Maestre, haciendo la promesa condicional de solo intervenir cuando conociese la cuestión a fondo y proponiendo al Sup.´. Cons.´. no entablar relaciones con el otro grupo, en cuanto no recibiese el prometido relato, procedió con la corrección y prudencia que le son peculiares y que no necesito enaltecer.
El grupo Golfarini entonces, tomando ello a la tremenda y juzgándose lastimado por aquel nuestro balaustre, juró tomarse feroz venganza, y como no se atreviese a embestir contra nuestro Sap.´. Gran Maestre, cuyo nombre constituye rígido broquel, recordose de arrojar sobre mí las aceradas saetas de su carjac, que son unas atrevidas conclusiones a que se permitió llegar y que pueden, por su orden, resumirse así:
1º Que la firma del Doctor Magalhaes Lima en el citado balaustre de 14 de diciembre de 1914, es apócrifa.
2º Que la dicha firma no es manuscrita, sino hecha con facsímil (sello), lo que el autor de la local constató por los estudios analíticos y análisis caligráficos a que procedió (!).
3º Que habiendo en el grupo de Gicca un Her.´. de apellido Ribeiro de nacionalidad lusitano, era posible fuese él mi pariente y de ahí cabe suponer que por amabilidad para con aquel mi pariente, escribí el balaustre en nombre del Dr. Magalhaes Lima, sin su conocimiento, abusando a más de su sello, aposándolo allí, para darle valor; y
4º Finalmente, que no pudiendo haber duda sobre la legitimidad del mismo balaustre, por ser expedido por la Gr.´. Secret.´. Gen.´. de la Orden, tenía que concluirse ser falsa la firma del Doctor Magalhaes Lima, estampada al final.
Sobre este cúmulo de dislates y viperinas acusaciones, apenas responderé:
-Que la firma del Doctor Magalhaes Lima es hecha de su propio puño, y que solo él tiene el derecho a impugnarla, lo que torna irritantes e impertinentes las consideraciones de la revista "La Cadena de Unión".
-Que las firmas de toda la correspondencia y documentos expedidos por el Gr.´. Or.´. Lusitano Unido y sus Cámaras Superiores del Rito son escritas por la propia persona que debe hacerlo, no haciéndose nunca ni en caso alguno, uso de sellos o facsímiles de firmas, lo que prueba que fue del todo nulo el tiempo gastado en el laborioso estudio analítico y en los análisis caligráficos hechos sobre la firma del Doctor Magalhaes Lima.
-Finalmente, que no tengo, por lo menos que yo sepa, ningún pariente en la República Argentina; más, aún cuando lo tuviese y fuese él mi padre o mi hermano, nada me llevaría a practicar un abuso de confianza o una acción indecorosa para serle agradable o para beneficiarle, hecho que de cierto si no da con el autor de la local que, como buen juzgador, trató de evaluar mi carácter y mis sentimientos por los suyos, y de ahí las conclusiones a que llegó, lo que le devuelvo en su integridad".
Firmado: Antonio Joaquín Ribeiro 33, Gr.´. Secr.´. del Sup.´. Cons.´. del Gr.´. 33 del Gr.´. Or.´. Lusitano Unido, Sup.´. Consejo de la Masonería Portuguesa.
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Bibliografía, notas y fuentes citadas
(1) Entre ellas, Unión del Plata Nº 1 y Lealtad, dos de las 7 Logias fundadoras del primer Gran Oriente de 1857.
(2) La revista fue editada entre 1905 y 1932, año este último en el que varias Potencias acuerdan fusionarse y hasta se incorporan Logias del Gran Oriente Español que existían en suelo nacional. La unidad durará muy poco, apenas para festejar las bodas de diamante y creación del primer Gran Oriente en 1857, con carta patente otorgada por los hermanos uruguayos. En 1935 nacerá el Gran Oriente Federal Argentino - GOFA.
La Cadena de Unión fue adquirida por Santiago Greco. Antes de esa fecha se llamó Revista Masónica, creada y dirigida por Salvador Ingenieros, padre del psiquiatra, sociólogo y también masón, José Ingenieros.
A La Cadena de Unión le sucedieron, con el transcurrir del tiempo, otras publicaciones encuadradas dentro de la llamada regularidad, como El Nivel o Símbolo, esta última actualmente en vigencia. Por su parte, el GOFA editó la notable Verbum y otras revistas como Liberalis.
(3) Corbière, Emilio J., La Masonería. Política y sociedades secretas en la Argentina, Editorial Sudamericana, 1998.
(4) Verbum la menciona como el Gran Oriente del Rito Argentino de Logias Confederadas.
(5) Otra de las Logias fundadoras del primer Gran Oriente en el siglo XIX. Las otras fueron: Consuelo del Infortunio, Tolerancia, Regeneración, Constancia y las ya mencionadas Unión del Plata y Lealtad.
(6) Constitución para la Gran Logia Nacional Argentina de Antiguos Masones Libres y Aceptados - Rito Escocés Antiguo y Aceptado y Actas de la Honorable Asamblea Constituyente, año 1926, Buenos Aires.
(7) Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado; Conmemoración de las Bodas de Diamante 1858 -1º de septiembre- 1933; Gran Secretaría de Cangallo 1242, Buenos Aires. De los archivos del historiador antimasónico Patricio J. Maguire.
(8) Francisco Gicca (1870-1935). Fue un notable periodista y escritor; fundó más de 40 Logias y fue miembro honorario de, por lo menos, otras 64.
Agustín Enrique Alvarez (1857-1914). Fue militar, abogado, periodista, escritor y legislador. Fue Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo). Su hijo, Agustín Jorge Alvarez (1894-1958) fue el último Gran Maestre del Gran Oriente Federal Argentino - GOFA (1956-57) y el primer Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones tras su creación en 1957.
Juan Angel Golfarini (1838-1925). Fue militar, docente, escritor, médico y legislador. Fue Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo) y Gran Comendador del Supremo Consejo.
Pablo Barrenechea (1871-1915). Fue abogado, docente y político. Militó en la Unión Cívica Radical y fue uno de los fundadores del Partido Liberal. Llegó a la Gran Maestría de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo) con apenas 31 años.
Juan Balestra (1860-1938). Fue abogado, docente, legislador y notable político que ocupó, entre otros puestos, el de ministro y gobernador. Fue Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo).
Alejandro Sorondo (1855-1934). Notable docente en diversas materias, militar y periodista. Ocupo distintos puestos en la Gran Logia de la Argentina (Cangallo) y fue Gran Comendador del Supremo Consejo.
Fuente: Lappas, Alcibíades, La Masonería Argentina a través de sus hombres, Buenos Aires, 2000.
(9) Boletín Oficial del Supremo Consejo Grado 33 y Gran Oriente para la República Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Año LVII, Buenos Aires, julio de 1917 E.´. V.´., Nº 43.