Nacimiento de Dios en el alma
En una noche de confusión
Nació la semilla del corazón
¡Oh, dichoso destino!
De entre las tinieblas surgió, colosal
La imagen eterna del hombre primordial.
¡Cuán extraordinaria belleza,
Emanada de su androginia!
Y fui atraído por su bonanza,
En túnica plateada
Que me envolvía en cuerpo y alma.
Unión Mística
Atendí a su llamada
En oscura noche adentrada,
Y en impúdico amor henchida,
Me uní en eterno abrazo a mi amada,
En hermafrodita visión transformada.
¡Cuánta dicha la mía!
El placer carnal conferido
Recorrió mi cuerpo convulsionado
Elevando mi espíritu a alturas siderales
Desde profundidades abismales.