La Maternidad de la A a la Z: K de K.O

Por Conmdemamá @CONMDEMAMI

Según wikipediaKo o KO puede referirse a:

1. KO, iniciales de Knock Out, término empleado en deportes de contacto como el boxeo. 
2. La transliteración del kana japonés こ. 
3. La regla del ko en el juego de mesa go. 
4. Ko (子, niño) es el último carácter de muchos nombres japoneses de mujer, como Chieko, Aiko, Natsuko... 5. Kiloocteto, una unidad de almacenamiento de información. 6. Ko , Agua en mapudungún.
A su vez, KO [(pronunciado /káo/) como Nocaut, noqueo o knock-out (inglés: knockout), que es la opción que a mí me interesa, ya que de japonés y mapudungún voy algo pez, es una de las formas de obtener el triunfo en muchos deportes de contacto pleno, como son el boxeo, el kickboxing o el muay thai, así como en otros deportes de contacto físico directo entre ambos contendientes. El término significa fuera de combate, y se produce cuando un deportista queda incapacitado para levantarse de la lona del cuadrilátero o del tatami por un período específico de tiempo, ya sea por causa de la fatiga y o porque los daños que ha sufrido (como un corte en la ceja, o un golpe muy fuerte en la cabeza o el hígado) le inducen una pérdida del equilibrio y posteriormente la pérdida de la conciencia. Vale, a tanto no he llegado. Quiero decir que no ha habido sangre, ni corte en la ceja o puñetazo e hígado saliendo por mi boca, peeeeero... ser madre es claramente un deporte, de riesgo, que a veces puede dejarte temporalmente incapacitado para mover ni un músculo. Estas tres semanas pasadas (cumplimos la tercera el domingo y pensé seriamente en hacer una fiesta) que llevamos en casa luchando contra un ejército de virus asquerosos me han dejado totally K.O. De hecho, ante comentarios del tipo: "¿Te vas a Madrid el sábado pero ida y vuelta en el día? ¡Vaya paliza!" Mi respuesta era: "¿Pali...qué? Dirás ¡qué respiro!" (Y así fue... Hala Madrid, hala Madriiiiid, tiroriro, tiroriro...).
Cuando te conviertes en mami, vives en un estado KO por norma general: no duermes, o duermes en sueños (sí, tal cual, aunque suene a figura poética, es real), tienes la espalda que ni la mítica pantallita del tetris, vives obsesionada con las sillas/taburetes/sillones/sofás (orgasmo mental aquí) y cualquier objeto que sirva para reposar o dejar caer en plan tsunami tus maternas posaderas a partir de las... de las... del momento en que se duermen los retoños, vamos, ya sea a las 20:00 o a las 23:00.
Yo el equilibrio, en todos los sentidos, lo pierdo con bastante frecuencia, como toda persona Knocked-Out. Paso de estar haciendo el animalico en el suelo con Pichu y Rubiazo, a dar órdenes en plan sargento a Diestro y Siniestro (que no sé quienes son, pero a mí no me hacen ni caso, porque de hecho ni se han manifestado aún). En este caso, hablo del equilibrio mental, que es la moneda de cambio que te piden cuando te entregan a tu hijo/a y te dan el carnet de madre moderna y oolé.
En cuanto al equilibrio físico, bueno, yo creo que voy a rachas. Suelo ser bastante pato, me he doblado todos los huesos, ligamentos y tendondes habidos y por haber, pero a su vez, por mal que le pese al Papi de las criaturas, en realidad soy bastante hábil, creo... Bueno, igual no lo soy tanto. Pero yo me creo una habilidosa de narices, y por eso siempre me ha tirado mucho el deporte. Aunque actualmente, cualquier tipo de deporte que no sea otro que prepararme un bocadillín de nutella puede dejarme KO sólo con ponerme la equipación necesaria. Me canso de pensarlo.
En la maternidad, como en la vida, hay personas y situaciones que dejan KO el alma. Sin posibilidad de recuperación instantánea y vulnerable como nada en el suelo del tatami del día a día. Pasamos por momentos K.Óticos en los que el estado revolucionado/ario de nuestras hormonas y el declive de nuestras neuronas hacen todo lo necesario para que resultemos bombas de relojería. Estamos expuestas a críticas y comentarios por hacer o dejar de hacer, pero en cualquier caso, estamos siempre en el ojo del huracán porque, con más experiencia o menos, en cuanto eres madre... ¡chas! de pronto entras a formar parte del club de las del cartelito "critique, por favor, es gratis". Y, aunque tengamos o mejoremos la capacidad del "todo me resbala", el desgaste psicológico puede dejarnos KO total en muchas ocasiones.
Lo bueno de quedarse FUERA DE COMBATE o KO es que la remontada, física o mental, suele ser siempre a lo grande, porque no nos queda otra, vale, pero es que es eso o cambiar de deporte, y a estas alturas, la verdad, no me veo criando ni vacas ni avestruces.

CON M DE MAMÁ y K de KO